Querido Teo:
Quintanilla me ha pedido que te escriba. Todavía no te conozco pero creo que esta noche en el patio tendrá lugar mi presentación a la Clínica y allí espero verte. He llegado este fin de semana y todavía me estoy aclimatando. Estoy en la celda de oro, la de cifras, la que antes pertenecía a un tal Reinman López del que según me han contado desapareció en circunstancias extrañas. Por lo que se un día nunca más se le volvió a ver.
Lo último que había hecho era intentar cumplir los deseos de Quintanilla de invertir en Madoff sus ganancias en medicina alternativa. Parece que este Reinman era un hacha en los números y en las cifras y, por eso, Quintanilla dejaba siempre en sus manos estos asuntos. La cuestión es que bien sea para esconder alguna implicación relacionada con el fraude o simplemente por darse cuenta de que en terrenos se estaba metiendo, Reinman desapareció poco antes de desatarse el escándalo financiero. Tal vez Reinman lograra embolsarse la calderilla que se le iba escapando a Madoff, o quizás al final haya huido por algún compadreo con el inversor y ahora esté en una celda muy distinta a las de Quintanilla. Como me han dicho que en esta Clínica os gusta el cine, me quedo con que Reinman ha terminado siendo un fugitivo de la justicia que se esconde en los bosques irlandeses..Quizás nunca lo sepamos...pero algún día me gustaría averiguarlo.
Yo estoy aquí precisamente por todo esto. Quintanilla ha estado al margen de todo este asunto pero en estos temas siempre se corre el peligro de acabar salpicado, más teniendo en cuenta la misteriosa desaparición de uno de sus pacientes. Soy abogado, me llamo Larry, Larry Paul, y estoy aquí porque Quintanilla se ha dado cuenta de que siempre es bueno tener a un picapleitos cerca para cualquier asunto.
A partir de hoy soy un nuevo interno pero con privilegios, no podía ser menos. La celda de oro sigue con sus barrotes y su puerta metalizada pero estoy convirtiéndola en un despacho para llevar todos los asuntos jurídicos y financieros de la Clínica. Me gusta ser el hombre de confianza de un tipo como Quintanilla, llevaba mucho tiempo trabajando por libre y en época de crisis no hay nada como la seguridad, aunque el concepto de “seguridad” que se respira aquí sea muy relativo.
Quintanilla me captó tras su viaje a Detroit hace unas semanas para dar unas conferencias y justo apareció en un momento clave de mi vida, en un momento que necesitaba un cambio de aires...en este caso aire cerrado y poco oxigenante por lo que me estoy dando cuenta...pero cambio de aires al fin y al cabo. Dejé una nota a mi familia disfuncional (si ahora no la tienes, no mola) y aquí estoy dispuesto a ponerme con el papeleo en el que de momento veo que lo que más hay que trabajar es en la puesta en orden de las cifras. Sobre todo las de
"Watchmen" después del lío jurídico en el que actúe como arbitro judicial.
Y no la está marchando muy bien. Tras 55 millones
en su primera semana que para otra película será un sonoro éxito pero que para la película de Zack Snyder significa quedar muy debajo de lo esperado. La segunda semana se ha confirmado el desastre. Un desplome del 71% en recaudación cediendo el primer puesto a dos remakes como “Race to witch mountain” y “The last house on the left”. Con poco más de 73 millones en dos semanas se está todavía lejos de alcanzar la primera meta de conseguir 100 millones que a estas alturas ya tendría que haber logrado para ser calificada de éxito. El boca-oreja no está funcionado y el descenso de número de copias se masca para la semana que viene ya que muchas salas no están dispuestas a mantener durante más tiempo una película que dura dos horas y media y que no está demostrando ser muy rentable al haber costado 150 millones de dólares.
Te seguiré contando, ahora tengo mucho trabajo. Seguro que nos vemos pronto...
Larry Paul