El papelón de su vida: Ridley Scott
Sus primeros filmes, "Los duelistas", "Alien", "Blade Runner" proporcionan al espectador una experiencia completa donde las escenas son recordadas no solamente por los actores que intervienen o por momentos específicos del guión, sino por el ambiente recreado en ellas. Es más, tiene el honor de haberse convertido en los 80 en un director de culto precisamente con la última de las películas citadas que ha explotado hasta la saciedad en continuos reestrenos y montajes del director.
Grandes éxitos ("Thelma & Louise", "Gladiator"), sonoros fracasos ("1492", "Hannibal", "El reino de los cielos") y películas menores ("Los impostores", "Un buen año") se dan cita en una carrera que parece una montaña rusa. A pesar de esos vaivenes ha logrado tres nominaciones al Oscar como mejor director por "Thelma & Louise" (1991), "Gladiator" (2000) y "Black Hawk derribado" (2001).
La minuciosidad de Scott en esta película se refleja en esta anécdota. Cuando Roy va a hablar con su creador, utilizando la partida de ajedrez como llave, habla directamente con él, y al referirse a él le llama "Padre". No es así en el original que dice "Fucker", es decir Roy en el original se refiere a su creador como "cabrón". El problema radica en que fue el propio Ridley quien dijo al actor que cuando pronunciara esa frase lo hiciera con poca claridad, para que cada uno sacara su conclusión, entre "father" y "fucker" hay poca diferencia. En España se optó por "padre", que es lo que el traductor escuchó. El sentido de la conversación cambia sustancialmente.