Comer de cine: Las galletas blanco y negro de “Seinfeld”
Querido primo Teo:
Hace un par de meses te hablé de "Frasier", una de las mejores sitcoms que se han hecho nunca. Y, sin quererlo, desaté los recuerdos de un montón de aficionados a las buenas series. Y es que a veces conectamos con los personajes de una serie hasta casi llegar a considerarlos de nuestra familia. Les vemos evolucionar semana a semana en la pantalla y nuestra empatía hacia ellos se dispara. Por eso sufrimos tanto cuando las series se acaban, porque es como si perdiéramos a un familiar. Y no hay nada más gratificante que encontrar a otro aficionado a esa serie que tanto nos gusta con el que poder hablar. La cantidad de interpretaciones que se pueden hacer de la misma historia es sorprendente. La de discusiones que habré presenciado sobre series.