Querido Teo:
Nos adentramos en el séptimo año consecutivo en el que serán más de cinco las nominadas a mejor película. Ya se sabe que esta medida (extirpada de los Oscar desde 1944 con el triunfo de “Casablanca”) volvió por una cuestión meramente comercial y para tener a los Estudios contentos ampliando la tajada del pastel. Y es que, aunque en un primer momento se vendiera como sería la oportunidad para que otro tipo de cine entrara, la selección de candidatas ha sido estos años especialmente poco arriesgada congraciándose en cierta manera con Christopher Nolan tras la omisión de “El caballero oscuro” (nominando a “Origen”), con Pixar (entrando “Up” y “Toy Story 3”) o con el cine de otras países (“Amor”) aunque, en este último caso, no se haya aprovechado para ampliar más el espectro y sólo Haneke lograra colarse cuando, posiblemente, también lo hubiera hecho si hubieran sido sólo 5 las nominadas. El problema es que incluso algún bodrio se ha colado por delante de más apuestas de cine independiente de autor (los grandes Estudios han seguido dominando) o el cine comercial que sólo ha tenido las honrosas excepciones de “Avatar” y “Gravity”, cintas que no hubieran tenido ningún problema en estar siendo cinco las nominadas. Este año la Academia podría virar hacia esta interesante dirección con tres apuestas como “Mad Max: Furia en la carretera”, “Marte” y “Star Wars: El despertar de la fuerza”. Y es que cualquiera de las tres podría terminar entrando en la categoría de mejor película intentando aunar para sí el voto del nicho más comercial y del entretenimiento/espectáculo con marchamo de calidad.