Comer de cine: Los bollos de Santa Lucía de "Los hombres que no amaban a las mujeres"
Querido primo Teo:
Navidad de nuevo, querido primo. Nos cabrea, sí, nos ponemos gruñones y nos quejamos más que el mismísimo Ebenezer Scrooge, pero al final todos caemos una año más bajo su embrujo. Y no creo que sea sólo por la presión social. Creo que, en el fondo, todos sabemos que si ya no hubiera más Navidades las acabaríamos echando de menos. Los regalos, las luces, el pasar tiempo con la familia (aunque sea por obligación), el comer más grasas saturadas que un esquimal, la Lotería de Navidad (con su bonito anuncio, como el de este año, que es memorable), las donaciones a obras de caridad (y todos tranquilos hasta el año que viene), etc.... Además, todo esto nos brinda el marco perfecto para otra tradición típica de estas fiestas, las pelis navideñas. ¿En qué otro contexto íbamos a ver si no “¡Qué bello es vivir!”? O "Arthur Christmas: Operación regalo", o "Love actually". ¿Qué sentido tendrían si no existiera la Navidad? Así que yo propongo que dejemos de luchar y nos unamos a la ola navideña, si sabemos esquivar sus cosas malas las buenas nos compensarán con creces.