
In Memoriam: Kirk Douglas, el eterno, rebelde, combativo y legendario hijo del trapero
Querido Teo:
Mucho hemos hablado en esta página de Kirk Douglas y nunca pensábamos que llegaría este día pero hasta Espartaco ha demostrado ser mortal. El que siempre fue el hijo del trapero, como así tituló sus memorias en homenaje a su padre inmigrante ruso de origen judío alcohólico y analfabeto, ha muerto a los 103 años rodeado de su familia como una de las últimas leyendas del Hollywood clásico, patriarca de una dinastía de actores y superviviente de mil y un avatares que van desde una herida en la II Guerra Mundial, un accidente de helicoptero, la muerte de un hijo, o una apoplejía que era, según el diálogo de una de sus últimas películas, la manera que tenía Dios (sin conseguirlo) de hacerlo callar. Fue nominado a 3 Oscar (“El ídolo de barro” en 1950, “Cautivos del mal” en 1953 y “El loco del pelo rojo” en 1957) pero sólo recibió uno honorífico en 1996 como colofón de una carrera que comenzó con "El extraño amor de Martha Ivers" (1946) y en la que destacan otros trabajos memorables como la jazzistica "El trompetista" (1950), la sátira periodística "El gran carnaval" (1951), la antibelicista "Senderos de gloria" (1957), "Los vikingos" (1958) o "El compromiso" (1969).