
Cannes 2015: Nanni Moretti se luce tanto en el drama como el humor, tributo a Amy Winehouse, cine negro efectivo y el tedio en Arabia de Miguel Gomes
Querido Teo:
El cine italiano saca pecho en esta edición de Cannes ya que a la espera de completar el tridente de proyecciones con la presencia de la nueva película de Paolo Sorrentino, tras las buenas sensaciones despertadas por el conjunto de fábulas palaciegas de Matteo Garrone, ahora ha llegado el turno de Nanni Moretti, un director megalómano y acusado de problemático en los rodajes, que andaba tiempo algo perdido. Ahora ha vuelto a hacer lo que mejor sabe, la ternura y el dolor en un drama familiar que aquí queda sazonado con unos lucidos momentos de humor que, descolocan en un primer momento, para luego dotar a la cinta de una indudable frescura que ha sido recibida como agua de Mayo por los ya ojerosos corresponsales asistentes. Tras adentrarse en la clase política de su país parodiando la tela de araña movida por Silvio Berlusconi, y psicoanalizar los miedos de un nuevo pontífice en "Habemus Papam", Moretti debería meterse perfectamente en el grupo de favoritos a Palma de Oro, en su caso sería la segunda tras “La habitación del hijo” en 2001, sumada al premio a mejor director que obtuvo en 1994 por “Querido diario”.