Querido Teo:
James Ivory es para muchos el máximo exponente del cine de época (o de “tacitas”) que funcionó también a finales de los 80 y, sobre todo, a primeros de los 90. El más británico de los directores usamericanos (aunque muchos no lo crean nació en California y no al lado de Westminster) ha vuelto este año (cuando menos se le esperaba) con su cuarta nominación al Oscar (la primera como guionista siendo las tres previas como director por “Una habitación con vistas” en 1987, “Regreso a Howards End” en 1993 y “Lo que queda del día” en 1994) gracias a "Call me by your name", proyecto que iba a codirigir con Luca Guadagnino pero que, finalmente, con el fin de evitar el choque de egos (y por los temores de las aseguradoras a la hora de cubrir al casi nonagenario Ivory) hizo que quedara para él reservada la función de guionista, aunque ambos reconozcan que ha sido un trabajo creativo a cuatro manos hecho en la cocina de la casa de Ivory adaptando la novela de André Aciman y que ya le ha valido ya a James Ivory el Critics´Choice y el premio del Gremio de Guionistas (WGA).