"The act of killing"

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El argumento: Cuando el gobierno de Indonesia fue derrocado por el ejército en 1965, más de un millón de personas (comunistas, reales o presuntos) fueron asesinadas en menos de un año. Anwar y sus amigos fueron promocionados a jefes de escuadrones de la muerte y el mismo Anwar en persona asesinó a cientos de personas con sus propias manos. Anwar y sus amigos acceden a contar sus historias sobre las matanzas. Pero la idea que tienen de aparecer en pantalla no tiene nada en común con el género documental; ellos quieren ser estrellas del celuloide de su género cinematográfico favorito: el cine de gansgsters, los westerns, los musicales, etc…. Ellos escriben los guiones. Ellos se interpretan a sí mismos. Y ellos mismos interpretan a sus víctimas. “The act of killing” es una pesadilla, un viaje a los recuerdos y las fantasías de los autores impenitentes y del impactantemente banal régimen de corrupción e impunidad en el que habitan.

Conviene ver: “The act of killing” es un aclamadísimo documental que ha obtenido una entusiasta acogida entre la crítica y público. Sobre el mismo, Werner Herzog declaró: "No he visto un film tan potente, surreal y aterrador en la última década". Y es que “The act of killing” relata el golpe de estado indonesio sin artificio, y sin intentar ahorrar al espectador un ápice del horror de ese episodio tan oscuro de la historia contemporánea. Este documental, que en su estreno en el Festival de Toronto provocó una de las mayores ovaciones que se recuerda, no da tregua, y demuestra que es difícil averiguar dónde está el límite a la crueldad humana y como los crímenes llevados a cabo provocan que el individuo nunca pueda volver a ser el mismo en un país en el que reina la impunidad de los que mandan y la demostración de que son los vencedores los que escriben la Historia. Eso provoca que los causantes no tengan problemas en volver a recrearlos con orgullo frente a la cámara y sólo así, cuando los visionan, darse y darnos cuenta de su abuso de poder y de la gravedad del hecho lesivo cometido. Un golpetazo que con el poder de las imágenes condena sus almas. Una propuesta incómoda y con un puntito de bizarrismo que potencia la naúsea moral del espectador ante lo que ve pero que la hace distinta y única. Confunde y perturba con una fotografía impresionante en esta mirada necesaria, pero dura de revisionar, sobre la maldad de nuestra especie y como muestra de que el mensaje que deja el cine puede hacernos pensar y darnos cuenta realmente de nuestras miserias, golpeándonos sobre ellas y sin guardarlas bajo la alfombra, y lo que tenemos que evitar en convertirnos. Desgarradora, golpeando, haciendo reflexionar y dejando huella.

Conviene saber: Este documental de Joshua Oppenheimer es una de las tres preseleccionadas para representar a Dinamarca en la próxima edición de los Oscar.

La crítica le da un OCHO