"Scarlet"

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El argumento: Juliette creció sola con su padre Raphaël en el norte de Francia. Él un veterano de la Primera Guerra Mundial. La niña, apasionada por el canto y la música, conoce un verano a un mago que le promete que unas velas escarlatas algún día la sacarán de su pueblo. Juliette nunca dejó de creer en esta profecía.

Conviene ver: “Scarlet” es el nuevo trabajo de Pietro Marcello en el que adapta el relato corto de 1923 de Aleksandr Grin “Scarlet sails”, un cuento romántico sobre la emancipación de una mujer a lo largo de dos décadas (de 1919 a 1939) en unos tiempos de inventos, cambios e incertidumbres. Una fábula que dentro de su caos y anacronismo hace emerger el carácter artesano del director encontrando su esencia en el realismo mágico que inunda la historia de una joven que ha sentido siempre la ausencia de su padre, veterano de la I Guerra Mundial y carpintero que trabaja con unas manos que son la definición de la clase obrera que muestra el director en su cine, que siempre ha creído (tras el encuentro con un mago) que un día podrá salir de su pueblo cuando un velero rojo capitaneado por un príncipe llegue para rescatarla. Pietro Marcello combina la realidad y el surrealismo a través de la estética analógica y las imágenes de archivo, como hizo en la venerada “Martin Eden” (2019), partiendo de otro clásico literario como era el de Jack London, y bebiendo de su origen como documentalista, en otra adaptación modélica y llena de carga sensorial a la hora de ilustrar a un mundo roto en la posguerra que intenta como puede, sea mediante experiencias verídicas o puras ensoñaciones, salir adelante en la conjunción de humanos y naturaleza en un trabajo de marcado carácter feminista que de manera decidida tiene claro el lugar que la mujer tiene que ocupar en el mundo frente a unos hombres que siguen con el manual de instrucciones del siglo pasado.

Ambientada después de la Primera Guerra Mundial en algún lugar del norte de Francia, se centra en la relación entre una hija y su padre marcada por la ausencia, el recuerdo y la evocación siendo ella la que tiene que defenderse por sí misma en un mundo en el que los hombres tienen el poder e impiden esa independencia que brota en ella como espíritu de supervivencia y de definición como mujer habiendo aprendido a valerse por sí misma y encontrando también refugio en las canciones y la poesía. Una cinta que habla de la familia, del peso del legado, de los cuidados y de la importancia de la educación a la hora de crear conductas a la hora de encarar la vida de uno y sus relaciones. Tras la ambiciosa “Martin Eden” estamos casi ante un cuento melancólico y reconfortante, de estructura lineal, en el que se habla del papel del hombre y de la mujer y también las estructuras familiares, en eterna evolución y reconstrucción, tanto de sangre como de afinidad, por lo que la cinta encierra un mensaje universal y también plenamente vigente en el que Scarlet ha aprendido a ser autosuficiente en el momento de perder a su padre y no necesita a su príncipe para encontrar la felicidad sino su definición como mujer y el respaldo de una comunidad en la que las mujeres forman su matriarcado. Raphaël Thierry, Juliette Jouan, Louis Garrel y Noémie Lvovsky protagonizan una cinta evocadora que cuida los detalles, los primeros planos, los encuadres, los paisajes y la música creando una sensación de burbuja artística llena de belleza y poesía en el que lo estético vertebra la fusión entre lo costumbrista y lo fantasioso en un título genuino que se permite, tanto con riesgo como con un elogiable oficio artístico, romper barreras creativas y conmover removiendo en una pócima los amplios recursos que tiene el arte para fascinar y emocionar.

Conviene saber: En la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes 2022 y mejor dirección en el Festival de Sevilla 2022.

La crítica le da un SIETE