"Puñales por la espalda"

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El argumento: Cuando el renombrado novelista de misterio Harlan Thrombey es encontrado muerto en su mansión justo después de su 85 cumpleaños, el inquisitivo y cortés detective Benoit Blanc es misteriosamente reclutado para investigar. Se moverá entre una red de pistas falsas y mentiras interesadas para tratar de descubrir la verdad tras la muerte del escritor.

Conviene ver: "Puñales por la espalda" es un homenaje a las tramas creadas por Agatha Christie y su inolvidable Poirot tanto en cine como televisión. Una cinta que rinde tributo pero que se permite llegar a los nuevos públicos sin abandonar el clasicismo y ese toque refinado e inteligente jugando con el aspecto coral de la historia, el juego de los sospechosos, la intriga del Cluedo y la crítica social a un país como Estados Unidos, un gigante con pies de barro a ojos de la esfera internacional y que vive entre el racismo, la violencia y la diferencia de clases. Un thriller con toques de comedia que, al contrario de lo que podría parecer, no hace más que sorprender y ofrecer un divertimento ingenioso muy gozoso para el espectador con ecos a Hitchcock y con diálogos con mordiente y mala leche confluyendo en el hecho de que todos tienen motivos para haber cometido el crimen. Un juego de muñecas rusas vertiginoso en el que Johnson lleva al espectador por terrenos nada obvios con suma facilidad y eficacia en un thriller modélico, con giros imprevistos y muy entretenido con pullas a la clase alta que viven aislados del mundo en su torre de marfil. El reparto se lo pasa pipa como miembros de un grupo de familiares y allegados chupasangres y excéntricos, destacando entre todos ellos la flema de Daniel Craig como detective petulante, un Chris Evans más ganso que nunca, la clase veterana de Christopher Plummer, los siempre eficaces Michael Shannon y Toni Collette, los recuperados Don Johnson y Jamie Lee Curtis y, sobre todo, una Ana de Armas que demuestra que tiene mucho que decir en el cine internacional sacando petroleo de un personaje, que bien pudiendo ser un mero florero arquetípico, se erige como protagonista de la función como enfermera de la que el resto de presentes no se aclaran sobre su origen y con un particular detector de mentiras biológico. Su aura de entretenimiento no debería de eclipsar tanto la calidad de la cinta como su acertado mensaje social en la era Trump a lo largo de algo más de dos horas de gozoso visionado en el que la propuesta luce y funciona como un reloj suizo.

Conviene saber: Rian Johnson explora el género del “whodunit” tras su más autoral y de ciencia ficción “Looper” (2012) y la apabullante “Star Wars: Los últimos jedi” (2017).

La crítica le da un SIETE