“Nosferatu”

La web oficial. 

El argumento: Nueva versión de la icónica película muda de F.W. Murnau, producida en 1922, que a su vez se basaba en la novela "Drácula", de Bram Stoker.

Conviene ver: Robert Eggers ofrece en “Nosferatu" su visión del mito vampírico, combinando elementos folclóricos y feministas con una estética propia del cine de terror contemporáneo. Inspirado tanto en la obra de Bram Stoker de 1897 como en la película de Murnau de 1922, que a su vez quedaría patente en la versión de Herzog de 1979 y el Drácula de Coppola de la que ésta bebe en buena parte, Eggers incorpora un enfoque centrado en la intensa conexión entre Ellen Hutter (Lily-Rose Depp) y el Conde Orlok (Bill Skarsgård), estableciendo un triángulo amoroso con Thomas Hutter (Nicholas Hoult), el cual ha viajado desde Inglaterra para cerrar un acuerdo de compraventa con el conde para la inmobiliaria en la que trabaja. La película transcurre en 1838 y mezcla realismo histórico con atmósferas oníricas, destacando su fotografía de claroscuro y una narrativa enfocada en el deseo y las tensiones emocionales logrando encontrar voz propia más allá del peso de las referencias convirtiéndose en una adaptación modélica y que será canónica no haciendo más que asentar el estatus de realizador dignificando el hecho de abordar un remake cuyo término no tiene que ir unido a los términos de baldío, innecesario o decepción a los que nos tiene acostumbrados Hollywood. Una película que no esconde las referencias con el clásico pero que plantea un diseño visual sorprendente partiendo de la atmósfera propia de cuento gótico perturbador gracias a la fotografía de Jarin Blaschke que combina los paisajes nocturnos sólo iluminados por la luna (recordando el blanco y negro de la original) con el color que dota de un valor pictórico embriagador.

Eggers apuesta por el riesgo formal y la virguería técnica en la versión apócrifa de Drácula, que permitió en su momento darle en su momento un tono más feminista, reivindicativo y postromántico a la historia, y combina su estilo característico con homenajes al cine clásico y moderniza las temáticas, dejando en segundo plano el contexto pandémico de versiones anteriores para explorar el conflicto interno de Ellen y su camino hacia la liberación, verdadera protagonista de la cinta, atrapada entre sus obligaciones sociales y un vínculo subversivo con Orlok que se aparece en sus sueños y ve en ella a su alma gemela, una figura tan repulsiva como embaucadora cuya caracterización es uno de los ases de la manga de la cinta ya que ha quedado fuera del material promocional. Otro de los aciertos de la cinta es la de a partir del puritanismo de la sexualidad reprimida de la época, y esos episodios de histeria con los que se acusaba a las mujeres con comportamientos poco convencionales, resonar en el presente poniendo sobre el tapete el asunto de la salud mental. Con actuaciones sobresalientes propias de un sólido reparto hay que destacar especialmente a Willem Dafoe (habitual de Robert Eggers y que en su día encarnó al siniestro personaje en "La sombra del vampiro"), como un excéntrico profesor experto en ocultismo, y a Lily-Rose Depp, como una protagonista intensa y compleja frente a un entorno que ni la cree ni la entiende, pero no hay que olvidar a Aaron Taylor-Johnson y a Emma Corrin como los Harding, matrimonio amigo de la pareja protagonista, o el inquietante Knock que demuestra ese robaescenas infravalorado que es Simon McBurney. Con una ambientación prodigiosa, entre tenebrosa y fascinante, una dirección impecable y lecturas contemporáneas, “Nosferatu” se posiciona como una relectura vibrante y profundamente atmosférica del clásico vampírico, reafirmando a Eggers como uno de los grandes cineastas actuales pero dejando siempre la duda de si en realidad lo es, o más bien lo parece por ser un sobresaliente diseñador de la puesta en escena con mayor imaginería visual que poso narrativo lo cual al estar ante un remake vuelve a quedar difuminado.

Conviene saber: Robert Eggers ha materializado su sueño de rodar una nueva versión de "Nosferatu" (1922) de F.W. Murnau, uno de los clásicos fundacionales del cine, del cual ya se encargó durante sus años de estudiante de un montaje teatral para el que también diseñó algunos decorados.

La crítica le da un SIETE