"Mass"
La web oficial.
El argumento: Años después de que el hijo de Richard y Linda causase una enorme tragedia, Jay y Gail están por fin dispuestos a hablar en un intento por tratar de seguir adelante con sus vidas.
Conviene ver: "Mass" es el debut en la dirección del actor Fran Kranz que dirige y escribe una cinta que bien podría ser una adaptación teatral aunque la historia que se narra es original, rodándose con mimo, precisión y una sobriedad orgánica que provoca que todo fluya de una manera nada forzada y sí con una emoción que aflora pero no desborda, sin efectismos y con mucha verdad. La cinta nos lleva a una iglesia en la que se está preparando una reunión en forma de terapia para dos parejas, las cuales comparten un mismo dolor desde diferentes frentes debido a un hecho relacionado con sus hijos años atrás. Una cinta que habla sobre la fe, el perdón, el dolor, la culpa y esos episodios de la vida que se enquistan y que, aferrándonos a ellos por miedo a olvidar el recuerdo que todavía queda, impiden salir adelante. “Mass” se preocupa más del sentimiento y del drama humano, de lo que queda detrás de un hecho como el que enfrentó a los hijos de los protagonistas, más que por la denuncia de una realidad que, especialmente en Estados Unidos, ha afectado a muchas familias con un impacto ante lo inesperado irreparable y demoledor de lo acontecido.
Una cinta modélica y en la que el sentimiento fluye de manera natural calando poco a poco en un espectador que siente como propia la tragedia que se narra y comparte el dolor de unos padres que no han vuelto a ser los que eran desde entonces, enquistados por el recuerdo, torturándose por lo que hicieron mal y por la fatalidad del destino, casi sin fuerzas para reprocharse entre ellos teniendo en cuenta la magnitud de un golpe que les mina (siendo conscientes de ello) y les ha dejado exhaustos pero del que se resisten a salir por si ello todavía acrecienta más su sensación de vacío por si el perdón significa olvido. Unos buscan respuestas, otros comprensión y todos, en definitiva, un abrazo reparador que se resisten a pedir pero que necesitan, en especial esas dos madres que comparten dolor y ser víctimas de la pérdida. Estamos ante el mayor disfrute actoral visto en pantalla desde “La duda” (2008), cinta que sí que partía de una obra teatral y que aquí encuentra una digna heredera con unos cuatro actores que controlan perfectamente el tiempo de sus personajes pero que en ningún momento se antoja como algo calculado adoptando un rol distinto cada uno de ellos durante una charla para expiar y liberarse. Todo con un poderoso plano y contraplano, sin artificios, con una cámara que acompaña pero no invade, en el que las palabras, silencios y reacciones de cada a uno (a la hora de llevar encima el peso de una tragedia compartida) toman el primer plano y caen de manera arrolladora sobre el espectador que asiste como oyente a esta pieza de cámara afinada de manera exquisita sin necesidad de flashbacks o recrudecer más aún unos hechos que no necesitan más que el rostro de esos padres y sus testimonios para comprender lo que ocurrió y lo que sienten.
Una catarsis desgarradora en la que vemos encontrarse a dos parejas en duelo que experimenta sus fases de manera diferente y personaje. Ellos son Jay (Jason Isaacs) y Gail (Martha Plimpton) por un lado y Richard (Reed Birney) y Linda (Ann Dowd) por otro, compartiendo fotos, recuerdos y anécdotas mientras vemos con detalles sutiles y bien armados como ese día fatídico (al que nunca encontrarán explicación ya que no hay una verdad definitiva a sus preguntas) les ha condicionado su relación y la forma de encarar la vida desde entonces. Es realmente memorable la sencillez a la hora de simbolizar con la colocación de unas sillas, unas fotos, una caja de pañuelos o un ramo de flores aspectos tan auténticos y cotidianos de la vida desembocando en un final arrebatador que conmueve hasta lo más profundo gracias a un guión medido y a unos actores en estado de gracia tanto en sus monólogos, interacciones y silencios dejando momentos de gran altura sobre cómo cada padre narra la versión de un mismo hecho desde su perspectiva o bien como ellas, esas madres, buscan cada una a su manera cierta liberación y forma de quedar en paz amparándose más en el dolor que les une que en los que les separa. No hace falta más en una película minimalista pero rica en el detalle y consecuente en lo que cuenta que se rodó en poco más de una semana y que, sin ahondar en el drama o llevar a cabo giros efectistas pero sí mantener cierta intriga en la presentación de sus personajes y la dosificación de la información que se nos da, se adentra en uno de esos temas que tienen traumatizada a una sociedad como la usamericana que sigue preguntándose qué es lo que provoca ese drama y si existe alguien o algo al que se pueda responsabilizar de ello.
“Mass” es una de las grandes ausencias de los pasados Oscar ya que debería haber sido candidata en los apartados de guión original (sensibilidad magistral por parte de Fran Kranz en su primer trabajo) y, sobre todo, en la categoría de actriz de reparto para dos intérpretes que saben aprovechar todas las armas que les da el guión y su talento, y que deja al espectador noqueado, hondamente conmovido y, en parte, reparado por la capacidad de perdón y el empuje por tener que salir adelante. Ann Dowd, al menos, consiguió nominación tanto al Critics’Choice como al Bafta. Una cinta de la que conviene no saber mucho antes de entrar al cine para así descubrir junto a los personajes que es lo que les ha llevado a encontrarse frente a frente en esa mesa. Al margen de todo premio “Mass” es una cinta que duele, rompe y conmueve por su solidez y austeridad ante una contundencia apabullante sobre el sentimiento de dolor, pérdida y una vida que recomponer a través de los añicos de uno de los golpes más duros que se puede recibir en la vida y la necesidad, en todo caso, de redención, unir puentes y enfrentarse a la tragedia a través del recuerdo y una solidaridad en la que todos tienen que poner de su parte para una reconciliación necesaria y reparadora. Una obra maestra demoledora y catártica.
Conviene saber: El debut en la dirección de Fran Kranz pudo verse en la sección Nuev@s Director@s del Festival de San Sebastián 2021 consiguiendo nominación al mejor primer guión y premio al mejor reparto en los Independent Spirit Awards 2022.
La crítica le da un NUEVE