"Marco"

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El argumento: Enric Marco Batlle fue un sindicalista español que ejerció como Secretario General de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y como Presidente de la Amical de Mauthausen de España. Durante su etapa frente la Asociación, Marco dio un gran número de charlas, principalmente en centros de enseñanza, sobre su pretendida vivencia como superviviente de los campos nazis. Más adelante, se acabó descubriendo que había falseado datos de su biografía para aparecer como superviviente del campo de concentración de Flossenburg, durante la IIGM.

Conviene ver: "Marco" es el esperado nuevo trabajo de Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga, tándem responsable que se reparte las tareas de dirección y guión de de cintas como “Loreak (Flores)” (2014), “Handia” (2017) o “La trinchera infinita” (2019), y que recupera la historia de Enric Marco, quien en el tramo final de su vida se hizo célebre por fingir haber sido superviviente del campo de concentración de Flossenbürg durante la Segunda Guerra Mundial. Su relato ante la comisión del Congreso de los Diputados, y las lágrimas de la clase política y periodística, lo convirtieron en un personaje polémico. Para darle vida cinematográfica, se ha contado con un intérprete de la talla de Eduard Fernández, cuya actuación es, sin duda, lo que lleva a que este film valga la pena. Una cinta sobre la memoria histórica y la personalidad desde un punto de vista psicológico que no se sabe si era más un impostor, alguien con falta de cariño o un ego con patas. La fina línea entre el hombre corriente y el sociópata a partir de una cincelada máscara concebida de manera tan precisa como el proceso de tintar su bigote.

“Marco” nos presenta a un hombre complejo que se ve enredado por su propia mentira y por el personaje que ha creado, el cual fue no sólo un refugio para él sino también la posibilidad de encontrar un aliciente a una vida gris y una vía para ser apreciado a pesar de aprovecharse del dolor de las verdaderas víctimas y del interés de los estudiosos. Una cinta que no pretende cuestionar ni justificar pero sí que sirve para exponer un retrato social sobre cómo se propagan desinformaciones y “fake news” siendo un título austero, sin regodeos visuales o formales, pero contundente radiografía de un tipo que anhela empresas mayores que las que le ha llevado su anodina existencia. Una forma de enarbolar la verdad cuando la misma está en cuestión si no se amolda a la narrativa de los interesados de turno ya que, a pesar de que nunca fue prisionero de guerra, Marco (aún descubierta mentira) se erigía como representante de las víctimas del Holocausto.

Enric Marco había sido sindicalista, miembro de la CNT, y antifascista, pero lo que le hizo destacar sobre la demás fue el sazonarlo con la mentira de que había sido detenido en Alemania y prisionero en un campo de concentración. En 2005 se descubrieron esas mentiras quedando atrapado en la maraña que él mismo había construido justificándose y disculpándose pero anteponiendo a que no era más que una buena causa para dar voz a los que habían sufrido el drama. Marco consiguió una visibilidad que de otra manera no hubiera logrado por lo que la duda de si el fin justifica los medios no puede quedar más presente repitiendo tantas veces su mentira que para él acaba convirtiéndose en la verdad.

Eduard Fernández está impecable en un trabajo camaleónico en el que cada divagación, carraspeo o mirada es la definición de un personaje de gran complejidad interior que no se consideró el villano o el traidor de la historia sino el narrador de un drama que tenía que ser contado tanto para concienciar como para evitar que se repitiera aunque ello supusiera tener también engañada a su propia familia y, en verdad, también a él mismo. Un juego de espejos en una cinta tragicómica que entre ficción e imágenes de archivo habla sobre la narración de los hechos y su relación con la verdad en un país en shock que se debatía entre olvidar o rememorar para poder sanar heridas lo que llevó también a que muchos se aprovecharan de ello. La historia de un farsante en una narración no lineal, con flashbacks erigidos en forma de recuerdos reales que se agolpan sobre su cabeza de manera atropellada pretendiendo salir al exterior, que supera cierto acartonamiento formal que no termina sufriendo una cinta que deriva en un enérgico thriller sobre la memoria histórica con un actor descomunal.

Conviene saber: En la sección Orizzonti del Festival de Venecia 2024, fuera de concurso en la sección Perlas del Festival de San Sebastián 2024 y preseleccionada por España para el el Oscar 2025 a la mejor película internacional.

La crítica le da un SIETE