"Los tres mosqueteros: Milady"
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El argumento: Desde el museo del Louvre al Palacio de Buckingham, pasando por las alcantarillas de París al asedio de La Rochelle... En un reino dividido por guerras religiosas y bajo la amenaza constante de la invasión británica, un grupo de hombres y mujeres empuñarán sus espadas y unirán su destino al de Francia.
Conviene ver: “Los tres mosqueteros: Milady” es el cierre del díptico llevado a cabo por Martin Bourboulon sobre la inmortal novela de Alejandro Dumas acometiendo una superproducción que está a la altura tanto en calidad como en estética apostando por el cine de aventuras como espectáculo en una historia de búsqueda, traiciones, poder y solidaridad. Un reparto de primer nivel en la cinematografía gala vuelve a coincidir en una cinta que, en esta ocasión, se centra en el personaje de Milady, una mujer tan enigmática como inquietante que aquí destila también toda su vulnerabilidad a la hora de dejar patente lo que le ha llevado hasta allí tras una vida de traiciones y mancilles pero también abriéndose a la amistad y a la redención en un film pulcro y que recupera para el cine un concepto de film que parecía fagocitado por las películas de superhéroes recuperando las películas de capas y espadas entre intrigas de poder y postulados de camaradería.
Una épica que mantiene la cámara en un continuo brío en todo momento (con escenas memorables como la del ataque a La Rochelle o un juego muy coreográfico en los enfrentamientos) en el que entre conspiraciones y enfrentamientos vemos a la traicionera Milady de Winter enarbolando todos los matices que encierra, herida por los hombres, desesperada por poder sobrevivir en su mundo y víctima de un dolor convertido en coraza en forma de ego, con una estupenda Eva Green, un D’Artagnan (François Civil) en busca de su amada desaparecida Constance y un Athos (Vincent Cassel) atormentado por su pasado sobre el escenario de la conformación de una Europa de la que hoy es deudora. Una versión que trasciende las barreras literarias para cobrar su propia personalidad, más solemne y rotunda que desinhibida y aventurera, en el que la pasión, las batallas, las traiciones y la soledad se dan cita en un ejercicio a todas luces modélico, fascinante y sumamente entretenido que gana frente a anteriores versiones por su modernidad y pertinencia siendo fiel a la esencia pero sabiendo dar dimensión a los personajes y un halo de realismo que conecta con el espectador.
Conviene saber: Continuación de “Los tres mosqueteros: “D’Artagnan” consiguiendo ambas de manera compartida 6 nominaciones en los César 2024.
La crítica le da un SIETE