"Los tres mosqueteros: D'Artagnan"

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El argumento: D'Artagnan, un intrépido joven, es dado por muerto tras intentar salvar a una joven de ser secuestrada. Cuando llega a París, intenta por todos los medios encontrar a sus agresores. Sin embargo, ignora que su búsqueda le llevará al corazón de una guerra en la que está en juego el futuro de Francia. Juntamente con Athos, Porthos y Aramis, tres valientes mosqueteros del rey, D'Artagnan se enfrenta a las oscuras maquinaciones del cardenal Richelieu. No obstante, es cuando se enamora perdidamente de Constance Bonacieux, la confidente de la reina, cuando D'Artagnan se pondrá realmente en peligro. Pues esta pasión le llevará tras la pista de quien se convertirá en su gran enemiga: Milady de Winter.

Conviene ver: “Los tres mosqueteros: D’Artagnan” es una superproducción francesa sobre uno de esos clásicos inmortales de la literatura de aventuras e intrigas palaciegas que, a pesar de numerosas versiones, siempre tiene atractivo debido a ese conjunto de camaradería, rebelión, amor, poder y entretenimiento que ha provocado que la historia siga muy vigente. Más de 70 millones de presupuesto para una historia que cuenta con algunos de los rostros más populares del cine francés que reivindican a una historia que, respetando la época y la esencia, suena fresca para el espectador de hoy en día y también para los nostálgicos que tienen como referentes la versión original de 1921 con Douglas Fairbanks, la musical y distendida de 1948 protagonizada por Gene Kelly, las cintas de Richard Lester, la popular serie de animación de los mosqueperros o incluso la libre adaptación de “El hombre de la máscara de hierro” (1998) con unos protagonistas ya maduros pero centrados en el terror que impone el rey Luis XIV en una Francia que se muere de hambre. Son las que han perdurado en la memoria pero la infinidad de versiones (y desastres) son cuantiosas aunque esta pasa a engrosar el listado de honor. Un contexto histórico del que se saca partido ahora en una versión que no se puede decir que sea novedosa pero que sabe sacar pecho y potenciar todas sus virtudes con una de esas cintas que estimulan y evocan ese espíritu genuino de dejarse llevar por una de capas y espadas tan sólida como atrayente que logra cubrir el reto de retratar lugares y personajes con suma precisión, tanto desde lo lujoso a lo mugroso como de la nobleza a la amoralidad. El texto de Alejandro Dumas sigue vivo y de eso se aprovecha esta adaptación que se suma a las recientes de obras de otros clásicos de la literatura francesa como Victor Hugo o Honoré de Balzac y de la que hay que tener en cuenta que tiene un final abrupto porque nos deriva a la segunda parte ya rodada. Es más, su disfrutable ritmo se pasa a veces de acelerado dando la impresión de que hubiera funcionado mejor como serie televisiva que como dos películas agradeciendo que hubiera profundizado más en algunos aspectos o personajes.

“Los tres mosqueteros: D’Artagnan” parte en el inicio de la historia cuando un joven aventurero viaja a París y se instruye como cadete encontrando a casi de casualidad la posibilidad de unirse a tres mosqueteros como Athos, Portos y Aramis en una época de conspiraciones y de peligros pero también de amistad, amores y solidaridad. El cuarteto está formado por François Civil, Vincent Cassel, Pio Marmaï y Romain Duris con Louis Garrel y Vicky Krieps como los reyes, Eva Green como la malvada Milady de Winter y Lyna Khoudri como el interés amoroso del protagonista. Eso sí, el Cardenal Richelieu de Eric Ruf no deja de estar algo desaprovechado. Una adaptación orgullosa del legado artístico y del peso de una obra de marcado carácter francés (aquí más que nunca) que se reivindica dándole una vuelta a las escenas de acción y a una puesta en escena detallista e inmersiva a lo que contribuye un impecable apartado técnico en el que se ha echado el resto en dirección artística y vestuario contando además con una gran banda sonora. Cine de aventuras a la vieja usanza pero también cercano y acorde a los nuevos tiempos manejando un equilibrio que se ha resuelto con una notable solvencia entre la acción con nervio y el tono ligero y desenfadado. Una cinta más que entretenida y con magnetismo gracias a su ambientación, un ritmo ágil y un reparto entregado destacando especialmente la nobleza inconsciente y tierna de D’Artagnan y la perversidad de una Milady de Winter con la que Eva Green se luce, así como unos Vincent Cassel y Louis Garrel que ejercen de robaescenas, que coronan una cinta que saben que más que el espíritu de aventura y un diseño de producción y vestuario exquisito el humor y el romance también juegan un papel importante así como el reflejo de una Francia que se llena de oscuridad ante los ecos de guerra entre católicos y protestantes reflejo también de un país sobre la personalidad y supervivencia de un pueblo frente a los desmanes de los poderosos y los claroscuros de la condición humana ajada por el cinismo y la sed de gloria pero también, como es el caso de esos mosqueteros, de orgullo por el país y los valores que se defienden y de amistad en su sentido de fraternidad y de sacrificio sin pedir nada a cambio porque, a pesar de su lado pícaro y jovial, el tiempo les ha demostrado que ya no tienen nada que perder y que sólo queda actuar por aquello en lo que creen.

Conviene saber: Martin Bourboulon ha realizado un díptico sobre las aventuras de “Los tres mosqueteros” tras dirigir la comedia “Papá o mamá” (2015) y su secuela y el biopic “Eiffel” (2021).

La crítica le da un SIETE