“Los osos no existen”
La web oficial.
El argumento: Dos historias de amor paralelas en las que los deseos de las parejas se ven frustrados por obstáculos ocultos e inevitables, la fuerza de la superstición y la mecánica del poder.
Conviene ver: “Los osos no existen” supone el nuevo trabajo del director iraní Jafar Panahi con el que nuevamente desafía a las autoridades iraníes, el cineasta fue detenido Enero del 2022 al protestar contra la detención de otros dos directores y liberado bajo fianza en Febrero de este año tras una huelga de hambre, en 2010 fue condenado a seis años de prisión, veinte de inhabilitación para rodar y escribir y la prohibición de salir de Irán por un delito contra la seguridad nacional. Finalmente a finales de Abril de 2023 pudo salir de su país. Pese a su situación legal en el país el director ha sido ingenioso para poder seguir contando historias y ofrecerlas al mundo gracias a la complicidad de los festivales de Cannes, Berlín (que le concedió el Oso de Oro con “Taxi Teherán” en 2015) y Venecia. “Los osos no existen” ha sido rodada de manera clandestina desde la frontera de su país, empleando un ordenador portátil cuando hay cobertura para comunicarse con el equipo que estaba desplazado en Turquía volviendo a alzar la voz contra las injusticias de su país a pesar de que precisamente se le haya intentado coartar su lucidez y denuncia creativa.
“Los osos no existen” se compone de dos historias de amor paralelas que se ven lastradas por obstáculos ocultos e inevitables como son la fuerza de la superstición y la mecánica del poder y que conectan entre sí. La primera historia nos presenta a Panahi buscando la inspiración en un pueblo en donde es escoltado por uno de los vecinos porque los osos acechan y teniendo que jurar que no ha sacado una foto, revelando que el poder en nombre de las sagradas tradiciones utiliza el miedo para mantener sometido a sus súbditos, y comienza a preparar una película sobre la inmigración en la que participa una pareja de actores que realmente buscan la manera de encontrar unos pasaportes para huir a Turquía, lugar en el que se rueda la película a distancia. La segunda historia es la de la película que rueda, un drama sobre una pareja desesperada que reúne dinero para salir del país y llegar a Europa.
Jafar Panahi mezcla el documental con la ficción entrecruzando sus planos haciendo que asistamos a un juego de espejos de las imágenes. Es una película rodada con escasos medios pero con una imaginación desbordante y una planificación milimétrica. Panahi habla sobre lo que debe significa ser cineasta, se cuestiona sobre la responsabilidad moral que implica crear imágenes en un país lastrado por la tradición y el fanatismo dogmático, por un lado siente que tiene el deber de denunciar aquello que no cuadre con su sistema de valores pero el otro se ve desbordado por las consecuencias de ser un opositor armado con una cámara de cine en el que confluye su espíritu combativo y cinematográfico con el miedo de los peligros y prohibiciones que pululan a su alrededor y que se plasma en los propios vecinos que miran a su alrededor con desconfianza sujetos a los usos y costumbres que tienen que mantener en boga porque la moral y la forma de proceder que impone el régimen así lo quiere.
Conviene saber: Premio especial del Jurado del Festival de Venecia 2022 y proyectada en el Festival de Toronto 2022, el Festival de Nueva York 2022 y el Festival Cineuropa 2022.
La crítica le da un OCHO