"Lo imposible"
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El argumento: María, Henry y sus tres hijos pasan sus vacaciones de invierno en Tailandia. Pero una mañana de diciembre, mientras disfrutan de sus relajantes vacaciones en la piscina tras la celebración de la Navidad y la Nochebuena, un terrible rugido emerge del centro de la tierra. Mientras María se paraliza de miedo, un inmenso muro de agua oscura corre por los jardines del hotel hacia ella. Largometraje sobre el tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004.
Conviene ver: "Lo imposible" es el muy ambicioso proyecto de Juan Antonio Bayona sobre la supervivencia emocional de una familia española real que sufre en sus propias carnes el tsunami que afectó a Tailandia a finales 2004. Una cinta que se luce técnicamente haciendo que el espectador acabe inundado de manera espectacular por un tsunami recreado de manera impresionante, a pesar de contar únicamente con 30 millones de euros de presupuesto. La emoción embarga al espectador en todo momento y hace que padezca una situación angustiosa entre tanto desastre. Ese es el principal hándicap de la cinta. Manipulación emocional de libro, poco sutil y metiéndote el dedo directamente en el lagrimal. Música que inunda y remarca cada imagen y sensación, alguna escena que bordea lo gore y que es muy gratuita, y algunas historias que se presentan algo deslavazadas con personajes como meros cameos ya que todo se ve desde la perspectiva del sufrimiento de la familia turista occidental. Una buena película como experiencia, y que es un buen retrato sobre la pérdida y el sentimiento de desamparo a la deriva frente a la desgracia, pero que peca de hurgar en la miseria buscando la emoción del espectador, no de manera natural, sino a través de música insistente y escenas no aptas para el público de estómago débil. El interés de la historia tras el desastre se centra en la relación entre Naomi Watts y su hijo, interpretado por Tom Holland que viene de interpretar a Billy Elliot en el West End, su lucha por sobrevivir y el sentimiento de que tendrán que hacerlo por ellos mismos confiando en el azar ya que ellos tienen la certeza de que ya no queda ningún ser querido esperándolos. Los dos están magníficos y son el alma de la película, aunque los tres críos en general están estupendos protagonizando el momento más lacrimógeno en su reencuentro. Naomi Watts ofrece su interpretación más descarnada y emocional dejando su alma al aire como una madre espoleada por su instinto maternal de supervivencia, así como un Ewan McGregor que está muy bien y que es imposible que no se emocione en su llamada telefónica. La relación entre madre y hijo sigue siendo el motor del cine del director. Superación y dolor ante la tragedia que es lo que la hace distinta a un blockbuster al uso, etiqueta que cubre en varias ocasiones. Potente arranque en su primera media hora, que el resto de la película ya no puede mantener víctima del sentimentalismo más pueril, para la gran apuesta de nuestro cine del año con una indudable vocación internacional, aunque el riesgo es que en USA sea valorada como una película más de catástrofes naturales, género en el que marcan la pauta. Bayona demuestra que ha dejado de ser un aprendiz aventajado y se confirma como uno de los grandes valores comerciales del cine español, demostrando su oficio en un gran número de escenas, a pesar de tener sólo dos películas en su carrera.
Conviene saber: Segundo largometraje de Juan Antonio Bayona tras “El orfanato” (2007).
La crítica le da un SIETE
No hay que exagerar tanto. La crítica se ha pasado un poco con lo de que la película se recrea en lo sentimental y mete el dedo en el lagrimal. Para nada. O eso o ese día el crítico estaba muy sensible? La película va deprisa, y no se recrea en ningún momento tonto, ni se pierde en busca de momentos aún mas depresivos. De hecho, desde el inicio hasta que llega el tsunami, apenas hay minutos. No te dejan ni tener ninguna empatía con los miembros de la familia y eso hace que la película se pueda ver como espectador, y no te meta dentro de lo más sentementaloide. Ole a Bayona por hacerlo así.
Imágenes espectaculares de un tsunami, sin alargarse demasiado en la catástrofe en sí, sino que cuenta más la odisea de después, que es la que pesa.
Naomi, espectacular!. Me he enamorado de ella, si antes ya no lo estaba... Edwan tiene un momento telefónico de Oscar, y los niños son para comérselos.
En sí, he de decir que hay películas más duras, más manipuladoras sentimentales, y mucho más de recrearse en un final feliz. Y la calidad de la película, queda fuera de toda discusión, incluida la música, que apenas se nota, salvo en escenas puntuales de silencio total.
Para mi un 7 es una nota muy válida.