"Las vidas de Sing Sing"
La web oficial.
El argumento: Un pequeño grupo de presos encarcelados en el centro correccional Sing Sing, una de las prisiones de máxima seguridad más famosas del mundo, se propone montar su propia obra teatral como parte de un taller de teatro. A través de las artes escénicas, estos hombres consiguen ver el mundo como un lugar por el que luchar.
Conviene ver: “Las vidas de Sing Sing” es un drama emocional con tintes tímidos de “feel good movie” a través de un grupo de presidiarios que intentan estimularse a través del arte con la catarsis que les supone montar su propia obra de teatro a partir de sus experiencias con el fin de escapar de la rutina de su día a día. Una cinta que no renuncia a las concesiones del cine “indie” pero que rompe los clichés del subgénero carcelario en un canto a la rehabilitación frente al castigo, la reinserción frente al estigma suponiendo también una lúcida disección sobre la deconstrucción de la masculinidad quitándose la coraza y apostando por canalizar los sentimientos a través de una manifestación artística. La experiencia sanadora del arte en una cinta que habla de cultura y amistad y la de confluencia de la vida y el propio teatro para escapar aunque sea metafóricamente de unos barrotes no sólo físicos sino impuestos por la sociedad en una cinta que, en parte, coge la esencia de lo que contaron los hermanos Taviani en “César debe morir” (2012) para explorar el arte como refugio y sanación conformando un reducto de emoción, humanidad y redención a través de la historia real de un taller de teatro impulsado por uno de los actores de la cinta (Clarence Maclin) cuando estaba preso en Sing Sing y que fue retratado en un artículo de John H. Richardson para Esquire y que de ahí se convertiría en esta película dirigida por Greg Kwedar que propone una puesta en escena minimalista y casi documental sostenida en primeros planos y una fotografía naturalista. Unos hombres marcados por su condición y sus errores, criminales en una prisión de máximo seguridad, que encuentran en el teatro la esperanza que no les da ni un sistema penitenciario impersonal, borreguil y castrante ni tampoco una sociedad que les ha dado por perdidos.
La historia de unos juguetes rotos, en su mayoría hombres negros, que no quieren perder el derecho de sentir y poder encontrar algún aliciente a sus vidas aunque ello sea bajo el prisma que les da las artes escénicas y los personajes de “El sueño de una noche de verano” confrontando a través de ellos sus personalidades, deseos y sueños rotos posibilitándoles una vía para dar una vía de escape a una faceta más tierna y humana que les hace conocer y ponerse en contacto con sus sentimientos más íntimos y redefinirse respecto al estereotipo volviendo a ser humanos, honestos y vulnerables emocionalmente. Un trabajo eficaz y conmovedor sobre la resistencia del espíritu humano y el poder de la amistad frente a la oscuridad que tira de verismo y de la esforzada labor de sus actores, destacando a unos estupendos Colman Domingo y Clarence Maclin, llegando a momentos de altura como aquellos que tienen que ver con los presos recordando sus propias vidas, lo que les llevó allí y el dilema de saber si volviendo atrás sobre sus pasos podrían haber sido capaces de evitar acabar allí. Una película que sin estar exenta de dureza aporta empatía y algo de esperanza reconfortando el espíritu humano de unos marginados a través del poder transformador y rehabilitador del arte en general y del teatro en particular pudiendo vivir otras vidas más allá de la padecida entre rejas ganándose la confianza y la dignidad para volver a mirar con la cabeza alta.
Conviene saber: En el Festival de Toronto 2023, mejores intérpretes en los premios Gotham, 3 nominaciones en los Independent Spirit Awards, una de las 10 películas del año para la NBR y el AFI, nominación a mejor actor de drama en los Globos de Oro 2025, 5 nominaciones en los Critics'Choice 2025 y nominación a mejor actor en el Gremio de Actores (SAG) 2025.
La crítica le da un SIETE