"Las ventajas de ser un marginado"
La web oficial es muy completa con vídeos, galería, descargas, mosaico de los fans, leer el libro en el que se basa, fichas de la película y trailer.
El argumento: Charlie, un joven tímido y marginado, escribe una serie de cartas a una persona sin identificar en las que aborda asuntos como la amistad, los conflictos familiares, las primeras citas, el sexo o las drogas. El protagonista tendrá que afrontar el primer amor, el suicidio de su primer amigo y su propia enfermedad mental. Al mismo tiempo, lucha por encontrar un grupo de personas con las que pueda encajar y sentirse a gusto.
Conviene ver: "Las ventajas de ser un marginado" se erige como película generacional, una cinta sobre la adolescencia y los atisbos de las responsabilidades futuras a través de unos personajes que ahora conocemos como "nerds" y que tienen difícil encajar en el mundo socialmente establecido y que buscan crear su propio paradigma en el que estar a gusto con la gente que conecta con ellos. La cinta es un buen drama con referencias nostálgicas ochenteras con golpes de humor y con una gran fuerza empática gracias a lo bien dibujados que están, con fragilidad, ternura y pasión, sus tres protagonistas, a los que prestan rostro, voz y movimiento unos excelentes Logan Lerman, Emma Watson y Ezra Miller. Los tres están fantásticos, Watson demuestra que puede ser una gran actriz de futuro con un personaje encantador, y Miller (el hijo problemático de “Tenemos que hablar de Kevin”) atrapa la atención del espectador con un personaje carismático que no cae en el histrionismo en el que suelen recaer los actores a la hora de encarnar papeles similares. Lerman es el que menos destaca pero lleva muy bien el protagonismo y confirma las buenas sensaciones que comenzó a dar como hijo de Christian Bale en "El tren de las 3:10". Muy destacable las conversaciones con su profesor de lengua enrollado encarnado por el siempre notable Paul Rudd y que recuerda a la reciente "En la casa". Trata temas importantes como el suicidio, la homosexualidad, la baja autestima o la enfermedad mental de una manera sutil y auténtica. Una muy buena adaptación del bestseller del que parte, sin aspavientos y factura pero si con mucha alma y emoción, y que huele a clásico moderno de culto con homenaje a “The Rocky Horror Picture Show” incluido. La demostración de que se puede hacer cine sobre adolescentes de una manera inteligente aumentando las ganas de vivir enarbolando la bandera de que en la diferencia está la virtud. El problema es que el tramo final se carga la buena sensación general y que tira por una vertiente mucho más amable que la descarnada y muy popular en USA novela juvenil de la que parte.
Conviene saber: Debut en la dirección de Stephen Chbosky llevando al cine su propio libro.
La crítica le da un SIETE