"La ley de Teherán"

La web oficial.

El argumento: En Irán, la pena por posesión de drogas es la misma tanto si llevas 30g como 50kg: la pena de muerte. En estas condiciones, los narcotraficantes no tienen reparos en jugar a lo grande y la venta de crack se ha disparado. Como resultado, 6,5 millones de personas son toxicómanos. Después de varios años de seguir la pista al narcotraficante Nasser K. Samad, un policía persistente y expeditivo consigue por fin echarle el guante. Aunque creía que el caso estaba cerrado, el enfrentamiento con el cerebro de la red toma un giro completamente inesperado...

Conviene ver: “La ley de Teherán” es una de las cintas que impulsa a uno de esos directores que están llamados a hacer grandes cosas en la cinematografía reciente, amparado en la proyección internacional que tiene el cine iraní en los festivales habiendo conseguido por este título estar en la sección Orizzonti del Festival de Venecia 2019 y conseguir una nominación al César 2022 como mejor película extranjera. Una cinta con trasfondo de la sociedad del país pero que tiene alma de thriller hollywoodiense por su ritmo y por cómo se adentra en una trama criminal de narcotráfico con denuncia política y manteniendo el ritmo en todo momento. Nos lleva a un lugar en el que la condena a pena de muerte por tráfico de drogas no impide que Irán esté a la cabeza en venta lo que lleva a que una unidad especial emprenda una  misión para ir detrás de las redes que amparan todo este negocio frente a una burocracia anquilosada.

Cine de género en el que vemos a ese policía interpretado por Peyman Moaadi en aprovecharse de las prevendas del sistema, entre persecuciones y torturas, así como el rol de Navid Mohammadzadeh que afronta con bonhomía y carisma como las leyes del país caen sobre él como tabla rasa sin juzgar condicionantes ni atenuantes. Una cinta con un ritmo trepidante que indaga en una realidad social en el que bien por negocio o bien por evadirse de la cruda realidad, a pesar de poner en juego el caro precio de la vida, lleva a la gente a consumir, acceder y traficar con estas sustancias destacando especialmente escenas como las persecuciones entre las calles o la desarrollada en el asentamiento de chabolas. Es ese policía, obsesionado por ascender, el que vertebra la trama ante su obsesiva búsqueda de ese capo de la droga. Hay nervio y crítica social, no sólo por esa condena de pena de muerte, sino por la corrupción, la desesperanza fruto de las enormes desigualdades y el hecho de que estemos ante un país que condena más que juzga preocupado siempre por guardar sus miserias sobre la alfombra. Al margen de todo eso un thriller muy potente que nos lleva a la realidad de las calles, que no desmerece en nada a cualquier cinta de acción de Hollywood, y que va de la mano de otros títulos recientes como la francesa “Los miserables” (2019) o la danesa “Shorta. El peso de la ley” (2020) a la hora de mostrar la realidad de las calles y la eterna guerra entre las fuerzas del orden y la amplia gama de delincuentes (desde los que mueven los hilos y se llevan los dineros hasta los que infringen por necesidad víctimas de la marginalidad) separados por esas líneas rojas tan complicadas de no traspasar.

Conviene saber: Saeed Roustaee ha ganado el premio FIPRESCI en el Festival de Cannes 2022 por su siguiente película, “Leila’s brothers”.

La crítica le da un SIETE