"Ghostlight"
La web oficial.
El argumento: Dan es un peón de la construcción de mediana edad afligido por una tragedia familiar. Alejado de su abnegada mujer Sharon y su talentosa pero problemática hija Daisy, Dan encuentra consuelo y comunidad en una compañía "amateur" de actores inadaptados. El protagonista se ve obligado a afrontar sus emociones más profundas en una representación de bajo presupuesto de la mayor tragedia de Shakespeare.
Conviene ver: “Ghostlight” es una propuesta de cine “indie” que se sustenta en sus personajes y en el anclaje emocional de los mismos. Es un estupendo Keith Kupferer dando vida a un humilde obrero de la construcción el que acaba de padecer una tragedia familiar que cae como una bomba para él y los suyos sin encontrar consuelo y distanciado emocionalmente tanto de su mujer como de su hija reaccionando de distinta manera bien sea con el silencio, la rabia o la huida. Dan opta por encerrarse en sí mismo frente al amor incondicional de su mujer y una hija adolescente rebelde y contestataria que es expulsada del centro educativo en el que estudia. Será entonces cuando encuentre en el teatro no sólo un refugio sino también la forma de expresar sus emociones dentro de una compañía “amateur” de gente inadaptada y que prepara con pasión la representación de “Romeo y Julieta”. Una película no especialmente sorprendente pero que es capaz de vencer y convencer a través de personajes con humanidad y los vínculos que establecen entre ellos, superando cualquier sentimiento de incomodidad o vulnerabilidad, así como su habilidad para dosificar la información para que el espectador sepa a qué se debe la situación de duelo en la que están inmersos. Entre ensayos y exploraciones personales este Romeo cincuentón explorará una catarsis sobre la tragedia de Shakespeare encontrando una conexión con lo que acaba de sufrir encontrando algo de luz en una cinta sutil, amable y arrebatadora.
Una película amable y encantadora sobre el poder sanador de las artes escénicas en un delicioso drama salpicado de humor y ternura que parte del desgarro de una tragedia y el peso de la pérdida que genera para convertirse en un precioso viaje de redención logrando canalizar unos sentimientos frente a una sociedad que nos acostumbra a tener que reprimir las emociones. El arte como salvación y también como vía para explorarnos a nosotros mismos y a los demás dejando patente el poder de lo colectivo. Un cine abandonado como escenario de creación y espacio seguro poniéndose en la piel de otras personas pero pudiendo utilizar la experiencia como terapia para seguir avanzando pudiendo revivir el dolor pero canalizándolo hacia una válvula de escape que muestre que la vida, aún con sus dramas, sigue valiendo la pena. Una película que se apoya en el naturalismo de los intérpretes y en el hecho de que la familia protagonista así lo sea también en la vida real. Dentro de esa compañía de teatro Dolly de León (a la que descubrimos en “El triángulo de la tristeza) vuelve a ejercer de robaescenas haciéndose con los mejores momentos de una cinta resuelta con finura, madurez, solvencia y empatía por el tándem formado por Alex Thompson y Kelly O’Sullivan gracias a un elogiable equilibrio entre drama y comedia que, a pesar de tener argumentos para ello, nunca cae en el melodrama ni en sensiblerías y que reconforta el alma, enarbolando la capacidad sanadora del arte y el valor de la experiencia colectiva como refuerzo frente a la adversidad, logrando conmover al espectador en más de una escena pero sin olvidarse de hacerlo sentir pero también entreteniéndole apostando por un humor ligero y por una historia sencilla y efectiva.
Conviene saber: Nominación a mejor intérprete protagonista en los Gotham 2024 y en los Independent Spirit Awards 2025.
La crítica le da un OCHO