"El último duelo"

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El argumento: Basada en hechos reales, la película se centra en el duelo entre Jean de Carrouges y Jacques Le Gris, dos amigos que se convirtieron en rivales. Francia del siglo XIV, cuenta la historia de Marguerite de Carrouges, que declara haber sido violada por el caballero Le Gris, el mejor amigo de su marido Jean. Al no creerle nadie y ante tal ofensa, su marido acusa a su mejor amigo ante el rey Carlos VI, quien decide autorizar un duelo a muerte entre ambos.

Conviene ver: "El último duelo" confirma la febril actividad del director Ridley Scott a sus 83 años y su habilidad para mostrar el pasado histórico y sus epopeyas de una manera apabullante, en este caso a partir del último duelo a muerte registrado auspiciado por la corona. Ambientada en el siglo XIV, durante la Guerra de los Cien Años, “El último duelo” cuenta la historia de una mujer que declaró haber sido violada por el mejor amigo de su marido. Pero como nadie la cree, su marido, un caballero respetado llamado Jean de Carrouges, y con la aprobación del rey Carlos VI, decide retar a un duelo a muerte a su amigo, el escudero Jacques Le Gris que niega semejantes acusaciones. Una obra pertinente que retumba en los tiempos actuales a pesar de los siglos de distancia por su conexión con el #MeToo y la representación de una mujer a la que se presenta como víctima pero también como capitalizadora de su destino a pesar de estar sujeta a las convenciones de un mundo de hombres. Una cinta que no tarda en recibir comparaciones con “Rashomon” (1950) pero que sobre todo conecta con “Los duelistas” (1977), la ópera prima de Ridley Scott, destacando la interpretación de Jodie Comer en su encarnación emotiva de una heroína que destaca sobre el discurso relacionado con el empoderamiento y la denuncia de la violencia contra las mujeres.

Posiblemente “El último duelo” no vaya a ser una de las cintas destacadas de la carrera de nuestro viverrentas favoritos pero bien es verdad que destaca notablemente porque se nota que hay un director detrás con oficio, maestría y que sabe crear atmósferas más allá del postureo de autor habitual. Una película que evoca a cine clásico, a gran superproducción, en la que se nota el presupuesto y el empaque, de las que solía funcionar ante el público de los 90, y que no tiene ningún problema en, por un lado, entretener y, por otro, remover conciencias sobre el papel de los hombres y las mujeres en la sociedad de hoy y la herencia de la que se bebe. A destacar la fotografía de Dariusz Wolski representando la nieve, la neblina y la oscuridad y su concepción del poder tanto como venganza como moneda de cambio. A pesar de que es entretenida y de su buen desarrollo, a lo largo de tres capítulos que narran una misma historia desde diferentes perspectivas, ese recurso se convierte en reiterativo afectando a la duración (algo inherente a unos tiempos modernos en los que parece que la magnitud en minutado da marchamo de acontecimiento) pero la película se sostiene por su ritmo y por unos actores entregados (además de Comer hay que destacar a Ben Affleck) sobre un equilibrio entre la reflexión y el espectáculo primando los diálogos y la premisa de la historia hacia el portentoso duelo final que basa en eso su fortaleza a pesar de su economía narrativa reivindicando la voz de las víctimas y un poso de amargura sobre la dificultad de hacer justicia en un mundo en el que, referente a la desigualdad y en taparse las vergüenzas morales cegados por el poder, hay todavía mucho que hacer.

Conviene saber: Esta historia es una adaptación del aplaudido libro de Eric Jager que cuenta con Matt Damon y Ben Affleck como protagonistas y como guionistas junto a Nicole Holofcener, volviendo a trabajar juntos en un campo que les reportó el Oscar por "El indomable Will Hunting" en 1998. Fuera de concurso en el Festival de Venecia 2021.

La crítica le da un SIETE