"El amor en su lugar"
La web oficial.
El argumento: Enero de 1942, 400.000 judíos de toda Polonia llevan más de un año confinados por los nazis en un estrecho gueto en mitad de la ciudad. Fuera del muro, la vida sigue adelante. Dentro, sus habitantes luchan por sobrevivir. Sin embargo, el alto muro de ladrillos no consigue parar la creación de un grupo de actores judíos que, en una helada noche invernal, interpreta una comedia musical en el Teatro Fémina. Los espectadores ríen y se emocionan ante una historia de amor, olvidando por un momento su difícil situación. Entre bambalinas, los actores se enfrentan a un dilema de vida o muerte ante la posibilidad de llevar a cabo una fuga después de la función.
Conviene ver: “El amor en su lugar” es toda una sorpresa dentro de la filmografía de Rodrigo Cortés que tras explorar el cine de género, especialmente de terror y de ciencia ficción, ahora se adentra en un drama centrado en el gueto de Varsovia en los años de la II Guerra Mundial. Una cinta clásica, con empaque y con alma, que se adentra en el caso real de una serie de actores judíos que, durante su confinamiento, llevan a cabo una serie de funciones de teatro musical con las que se intentan evadir de la realidad en la que viven entreteniendo al resto de los allí recluidos. Un momento que sirve de espejismo y escape para que la sonrisa vuelva a brotar hasta que caiga el telón, antes del toque de queda, y después retomen las preocupaciones y las incertidumbres de un futuro más que incierto en el que no pueden evitar verse como muertos en vida a pesar de plantear una posible fuga que se foguea entre las bambalinas en la que la realidad, la ficción, el cruce de parejas y los intereses de cada uno van confluyendo siempre ante la amenaza de unos nazis que sobrevuelan sobre cualquier objeto de burla, propaganda o intento de huida pero en el que el dinero también es moneda de intercambio.
Una película poderosa en lo técnico, atención al plano secuencia inicial que nos adentra en el gueto en ese invierno de 1942, y con calidez humana en lo que cuenta enarbolando el sentimiento del amor, y el sacrificio que implica, como la llama que mantiene la ilusión de seguir vivos y pelear por seguir hacia adelante por mucho que la oscuridad rodee a los personajes. Una apuesta emotiva pero en su punto justo sin llegar a ser lacrimógena reivindicando el arte como poder sanador y arma de resistencia con la que el director invoca el espíritu de nombres como Ernst Lubitsch o Billy Wilder a la hora de mostrar el pesimismo divertido y la fatalidad ingeniosa, con un ritmo juguetón pero apesadumbrado en el que la única certidumbre es que no se sabe que deparara mañana, que también cabe en un melodrama sustentado en el poder romántico de la historia y la magia soñadora y catártica de la cultura frente al descreimiento sobre la condición humana en que, a pesar de todo, queda lo que uno está dispuesto a hacer por amor y que el hecho de ver a salvo a la persona queda, y a la que merece tener una vida más allá de esa ratonera, está por encima de todo. El inmersivo y conjuntado trabajo de los actores, perfectamente perfilados en ese ejercicio de metaficción en el que todos brillan con soltura como la compañía que representan ser perfectamente engrasada, y que en la trama buscan que ese esfuerzo evasivo se traduzca en los aplausos de los que sufren como ellos el día a día y que se atreven a ir como público para desconectar de todo, y un apartado técnico cuidado y exquisito, así como unos números musicales realmente inspirados, convierten a esta cinta en una de las sorpresas infravaloradas de la temporada y en un trabajo de madurez para el Rodrigo Cortés realizador que con este trabajo confirma todo su talento, ingenio y solvencia.
Conviene saber: Presentada en el Festival de cine europeo de Sevilla 2021 la cinta de Rodrigo Cortés ha recibido 2 nominaciones en los Goyas 2022 (diseño de producción y vestuario) y 3 nominaciones en los Feroz 2022 (dirección, guión y música).
La crítica le da un SIETE