“El acusado”
La web oficial.
El argumento: Los Farel son una familia poderosa: Jean es un destacado experto francés y Claire una ensayista conocida por su feminismo radical. Juntos tienen un hijo ejemplar, Alexandre, que estudia en una prestigiosa universidad estadounidense. Durante una breve visita a París, Alexandre conoce a Mila, la hija de la nueva pareja de su madre, y la invita a una fiesta. Al día siguiente, Mila presenta una denuncia contra Alexandre por violación, que destruye la armonía familiar y pone en marcha una inextricable máquina judicial mediática que confronta versiones opuestas.
Conviene ver: “El acusado” es un drama francés en el que una familia influyente en la sociedad se ha de enfrentar al hecho de que su hijo ha sido acusado de violación. Los Farel viven en un estatus privilegiado con gran presencia en los medios, Jean es un periodista de prestigio y Claire una ensayista que ha apoyado el feminismo más radical aunque ambos han rehecho sus vidas por separado. Tienen un hijo, Alexandre, educado y amable del que especialmente ella no puede estar más orgullosa, que estudia en Stanford, una importante universidad de los Estados Unidos, y que en una breve visita a París para acudir a un acto en el que su esquivo padre va a ser premiado conoce a Mila, la hija de la nueva pareja de Claire. Ambos van a una fiesta y Mila le denuncia a la mañana siguiente por violación. El actor y director Yvan Attal ha adaptado la novela de Karine Tuil y realiza una invitación a la reflexión sobre el significado del consentimiento en la era del #MeToo y que en España ha dado lugar a la aprobación de la ley del “Sólo sí es sí” en una cinta que se adentra en lo que pudo pasar esa noche teniendo en cuenta la ambigüedad de la personalidad y las reacciones tanto de Alexandre como de Mia, los cuales no sólo vienen de culturas y estatus diferentes (ella pertenece a una familia judía ortodoxa y es de origen humilde) sino que tienen distinta percepción por ello a la hora de enfrentarse a las relaciones y al sexo pero que sí que comparten venir de familias desestructuradas (por la separación de sus padres) y el miedo con el que se enfrentan a una situación en el que se contradicen y ocultan datos por si eso les va a pesar en contra frente a los ojos de los demás.
La gran virtud de “El acusado" la encontramos en su neutralidad. No toma partido ni por el joven que se enfrenta a una acusación de violación ni por la víctima que denuncia que mantuvo una relación sexual sin su consentimiento en la caseta a la que fue llevada por el chico durante una fiesta con amigos en la que reinaba el alcohol, la confusión y una apuesta denigrante llevada a cabo por jóvenes que se toman llevarse a casa las bragas de una chica como un trofeo. Expone el relato de ambos de manera aséptica y precisa y deja en el espectador el papel de juez, valorando los testimonios, las pruebas de las dos partes y unos alegatos en los que quedan patente las zonas grises cuando está la palabra del uno frente al otro y se confunde el calibre de los hechos que se tienen sobre la mesa con el activismo auspiciado por la presión social. Magnífico el reparto encabezado por Ben Attal, Charlotte Gainsbourg, Pierre Arditi, Suzanne Jouannet y Matthieu Kassovitz dando vida a personajes que, de alguna u otra manera, han visto destrozadas sus vidas por unos 20 minutos que directa o indirectamente les marcarán para siempre. Attal huye del maniqueísmo, aquí no hay ni buenos ni malos ya que ambos jóvenes ni quieren ganarse nuestra simpatía ni nuestra aversión tan solo contarnos su verdad. Tampoco quiere hacer una reflexión política tan solo una reivindicación del poder judicial que precisa de jueces imparciales y de no de guerreros y quedarse al margen de las luchas políticas de cualquier signo.
"El acusado", además de su pertinencia, pone debates interesantes sobre la mesa viendo a padres que se reprochan entre ellos haber llegado a ese punto, gente de clase alta que piensan que el dinero puede curarlo todo, el victimismo fruto de la precariedad, el cómo una madre puede contradecir sus ideas cuando es su hijo el que está implicado o el hecho de ver al sexo como un acto de dominación al que se tiene derecho por ser hombre y pertenece a una élite en la que nunca nadie les ha negado nada. Cada espectador sacará sus conclusiones tras dejarse llevar por unas sesiones judiciales de altura, ver los sucesivos comportamientos e insertarse unos flashbacks sobre esa noche que dejan a interpretación lo que sucedió tras esa puerta ya que más que lo que pasó realmente lo que importa es ese retrato social de una juventud y de unos padres frente a los principios en los que se han cultivado y han crecido en un mundo de nuevas percepciones y cambio de reglas en el que frente al abuso se ha dicho basta aunque de manera tan torrencial que sea necesario su equilibrio para que, sin dejar de escuchar y atender a las víctimas, la era de la cancelación no arrase con la presunción de inocencia.
Conviene saber: El nuevo trabajo de Yvan Attal fue nominado al César 2022 en la categoría de mejor guión adaptado y ganó los premios a la mejor dirección y al mejor guión en el BCN Film Fest 2022.
La crítica le da un SIETE