"Doctor Strange en el multiverso de la locura"

La web oficial.

El argumento: Viaja a lo desconocido con el Doctor Strange, quien, con la ayuda de tanto antiguos como nuevos aliados místicos, recorre las complejas y peligrosas realidades alternativas del multiverso para enfrentarse a un nuevo y misterioso adversario.

Conviene ver: “Doctor Strange en el multiverso de la locura” demuestra que el engranaje de Marvel sigue en plena forma con una de esas películas que llevan a la gente a las salas y que, además, mantienen ese mínimo de calidad y de autoría que les da personalidad y voz propia. A ello contribuye Sam Raimi, que vuelve al cine casi una década después y habiendo sido de los primeros en introducirse en este universo con las películas de Spider-Man, que encaja piezas y mezcla géneros perdiendo el miedo a mostrar sangre (o sucedáneos), cuerpos mutilados e inundando una atmósfera de terror imprevisible que da nuevos aires a la cinta protagonizada por un siempre impecable Benedict Cumberbatch. En esta cinta de la Fase 4 el universo cinematográfico y televisivo se da la mano ya que se cruzan los caminos de Doctor Strange y Bruja Escarlata, que arrastra el trauma visto en la serie “Bruja Escarlata y Visión” (2021) que le ha envilecido y que no sólo dota una complejidad que permite a su intérprete lucirse sino que lleva a que muchos puedan perderse si no han visto la serie (sorprendiendo que Sam Raimi haya declarado que no la ha visto entera) ante el hecho de personajes que ya no están o referencias a lo ya visto hasta la fecha. Todo ello provoca que estas películas cada vez sean más de nicho pudiendo ser exprimidas realmente por sus fans.

Una película oscura en la que da la impresión que el enemigo siempre acecha y en la que Raimi se luce ya que, respetando el jarro de las esencias del personaje, no duda en homenajearse a sí mismo desde la aparición de versiones zombies hasta el cameo del habitual Bruce Campbell. Se nota el estilo de un director con oficio detrás que sabe dar personalidad y que no acaba engullido por una maquinaria que eclipsa todo atisbo de voz propia. Un acierto el de Marvel el de combinar esos dos aspectos, lo cual no hace más que dignificar su filmografía y favorece el conflicto de una película entretenida, visual y con empaque adentrándose en complejidades de la condición humana pero restándole solemnidad y con un gran trabajo de Danny Elfman en la banda sonora.

Conviene saber: Sam Raimi coge los mandos de la secuela de “Doctor Strange” (2016).

La crítica le da un SIETE