"Cerca de ti"

La web oficial.

El argumento: John, un limpiador de ventanas de 35 años, dedica su vida a criar a su hijo Michael, un niño de cuatro años a quien su madre abandonó justo después de nacer. Ambos llevan una vida simple, elaborada a través de rituales diarios, en una relación de amor sin fisuras. Por desgracia, a John sólo le quedan unos cuantos meses de vida. Dado que no tiene familia, decide invertir los días que le quedan en buscar una nueva familia que adopte a Michael con el fin de salvar a su hijo de descubrir la terrible realidad de la vida.

Conviene ver: “Cerca de ti” es el nuevo trabajo de Uberto Pasolini, que ya exploró la sombra de la muerte y la soledad en “Nunca es demasiado tarde” (2013). En esta ocasión se centra en un joven limpiacristales con una enfermedad terminal que busca a unos padres adoptivos para que se hagan cargo de su hijo de 3 años para cuando él no esté ya que no tienen más familia y la madre del niño es una joven rusa que huyó a su país después de dar a luz dejándolos a su suerte. La cinta encierra una enorme emotividad sostenida en el trabajo de James Norton y del niño Daniel Lamont, creíbles, auténticos, sutiles y contenidos, creyéndonoslos como padre e hijo por su complicidad y por cómo encaran los silencios enfrentándose al poco apoyo de los servicios sociales, la incertidumbre del futuro, la falta de tiempo y la presencia acechante de la futura pérdida y de los momentos cotidianos que ahora comparten y de los que siempre puede ser la última vez, más cuando queda tanto por hacer y este padre tendrá que tomar la difícil decisión de cuál es la mejor familia para que su hijo crezca feliz y con un buen futuro a través de continuas visitas en las que el niño asiste a conocer a lo que él define como "nuevos amigos" y que para su padre supone la trascendencia de marcar el futuro de su hijo no pudiendo permitirse el error teniendo que estar atento ante cualquier detalle que pueda suponer una señal sobre si esa familia es la adecuada o no. Todo abordado con una sensibilidad llena de sutilidad y honestidad logrando el milagro de mostrar la vida, con sus grises y finitud, pero también con su capacidad de conmover y llegar al corazón contando tanto con tan poco.

Realismo británico que habla de la importancia de la vida y de cómo hay que valorarla más si cabe cuando somos conscientes de la existencia de la muerte sostenida en una interpretación entrañable y empática de James Norton que sigue sorprendiendo ante la variedad de papeles que encara huyendo de cualquier encasillamiento y por echarse a la mochila el drama de un padre que tiene que lograr, sin herir, hacerle comprender a su hijo la llegada de la muerte y lo que ello significa (bien con la metáfora de un escarabajo o lo que cuenta un libro infantil sobre la desaparición de los dinosaurios) frente a esa inocente mirada que siempre percibe y entiende más de lo que el adulto se cree dejando plasmado en un dibujo, quizá, la respuesta a todas las dudas. Aun así, y a pesar de la gravedad del tema, en una cinta que no esconde su herencia del cine social que ha mostrado al obrero de a pie que solo tiene que levantarse frente a un sistema que le da la espalda y que le ahoga con facturas, impuestos, burocracia y nula sostenibilidad, dependiendo de clientes maleducados, desagradecidos o deudores, mostrando a pesar de todo cierta esperanza y luminosidad confiando en que lo que queda al final es el humanismo de las buenas personas que, con sus limitaciones, están dispuestos a echar una mano de manera desinteresada como ocurre con esa trabajadora social que es capaz de saltarse la burocracia para acortar los plazos debido a ese tiempo que se acaba o los potenciales padres de acogida que, a pesar de su buena voluntad, pueden estar muy lejos de lo que ese niño necesita por, aunque no lo reconozcan, en realidad pensar sólo en ellos mismos enamorados del concepto de ser padres pero no dispuestos a ejercer como tal con sacrificio y paciencia y queriendo que sea el niño el que se adapte a ellos y no al revés. Se agradece que no subraye el melodrama y que ofrezca una figura poco habitual como la del padre soltero, cuidador y protector, pero también sensible y temeroso, siendo una historia sincera y cercana sobre dos personas que en esta vida o en la otra se tendrán siempre el uno al otro aunque se llegue a un momento en el que hay que reconfigurar el destino de cada uno ante lo inevitable y con una mirada final que traspasa la pantalla afronten con madurez y responsabilidad (precisamente por todo el amor que se profesan) ese difícil momento en el que hay que saber afrontar la despedida y cómo hacerlo.

Conviene saber: Nominación a mejor actor en los premios BIFA del cine independiente británico y Premio del Público en el Festival de Valladolid 2020.

La crítica le da un OCHO