"Avatar: El sentido del agua"

La web oficial.

El argumento: Ambientada más de una década después de los acontecimientos de la primera película, “Avatar: El sentido del agua” empieza contando la historia de la familia Sully (Jake, Neytiri y sus hijos), los problemas que los persiguen, lo que tienen que hacer para mantenerse a salvo, las batallas que libran para seguir con vida y las tragedias que sufren.

Conviene ver: "Avatar: El sentido del agua" llega 13 años después en un momento en el que mucho ha cambiado el cine y la vida desde que la anterior fuera todo un fenómeno de crítica, público y premios. James Cameron hace tiempo que vive por y para esta epopeya entre operística y ecológica que tras muchos retrasos por la complicada producción (y la pandemia) llega a salas para vitamizar una taquilla que necesita un buen empujón para terminar el año. Más que el valor cinematográfico hay que valorar la experiencia que sólo se entiende en una sala de cine con la mejor pantalla posible para sumergirse en el que el 3D acuático de la segunda parte de la segunda es uno de los grandes logros de la Historia del cine por los que vale la pena una película que, no obstante, también encalla con un conjunto desmedido que sufre en los otros dos actos de la cinta; un inicio intrascendente y un final nocturno y lleno de tensión enfocado a la acción que tiene ya al espectador exhausto ante el apabulle recibido hasta ese momento y que se completa en una cinta de 192 minutos que pretende dejar al espectador noqueado por el realismo de unas escenas submarinas antológicas ricas en luminosidad y que vuelven a marcar un antes y después llevándola al terreno del documental de naturaleza pero dando un salto tecnológico que deja en pañales no sólo el salto de fluidez y calidad respecto a la anterior cinta (el tiempo pasa para todos) sino para otros directores que han intentado sin fortuna jugar con la fotorealidad, el 3D o los 48 fotogramas por segundo.

La fotografía de Russell Carpenter, habitual del director, sustituye a la de Mauro Fiore (ganador del Oscar en 2010) y manda en una cinta en el que, además del salto técnico, también hay un salto generacional centrándose en la familia Sully, adaptados a la vida na’vi lo que genera interacciones, emociones y el regreso de los personajes de Sigourney Weaver y Stephen Lang. Eso sí, James Cameron sabe que con esta película (y con buena parte de su filmografía) el público no le va a pedir coherencia ni armazón narrativo sino el valor de la experiencia. Algo que se cumple con creces aunque encalle por su duración y por deleitarse tanto en el espectáculo que hace que, en ocasiones, se eche en falta algo más de fuste y de saber qué se quiere contar. Si en la primera mandaba el alegato de la naturaleza frente a lo militar y una historia de superación personal aquí se mantiene ese intento de preservación frente a la amenaza imperialista de los humanos avivado por el conflicto entre unos hijos adolescentes y un padre de normas estrictas y marciales que se expande de tal manera que hace peligrar a todo un pueblo aunque ello implique que esté algo desaprovechado el personaje de Neytiri hasta que se le brinda un par de buenos momentos que Zoe Saldaña aprovecha. Es la justificación para ese acto final que deja a uno tan anonadado como agotado ante el hecho de tener que justificar la inversión con películas largas que hacen lucir todo el poderío de Hollywood. James Cameron se pliega a ello (incluso permitiéndose un homenaje a “Titanic”) habiendo llegado con esta secuela tardía cuando sabía que tenía que ser el momento, es decir, tanto cuando la tecnología estuviera a la altura como el público ávido tras la espera ante el alto listón de enfrentarse al peso de la película más taquillera de todos los tiempos. Esta la supera en experiencia, no en historia ni emoción, pero mantiene el interés de ver por dónde se moverá James Cameron (más teniendo en cuenta como juega con algunas decisiones incoherentes pero efectivas referidas a algunos personajes y actores que participan en la cinta) en la tercera película (ya rodada) que llegará en 2024 y las previstas (ya escritas) para 2026 y 2028.

Conviene saber: Secuela de "Avatar" (2019) que ha conseguido 6 nominaciones a los Critics’Choice y 2 nominaciones a los Globos de Oro.

La crítica le da un OCHO