"Aún estoy aquí"
La web oficial.
El argumento: Basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva, en las que narra cómo su madre se vio obligada al activismo político cuando su marido, el diputado izquierdista Rubens Paiva, fue capturado por el gobierno durante la dictadura militar de Brasil, en 1971.
Conviene ver: El director brasileño Walter Salles, ganador del Oso de Oro en el Festival de Berlín por "Estación central de Brasil", estrena ahora “Aún estoy aquí", en la que revive la dictadura militar en su país. Está basada en la historia de Rubens Paiva, ex diputado federal destituido por la dictadura militar, quien el 20 de enero de 1971 fue detenido, torturado y asesinado. Su cuerpo nunca fue recuperado, y su hijo, Marcelo Rubens Paiva, ha relatado los hechos en un libro. La película cuenta con un cameo de Fernanda Montenegro, premiada en Berlín y nominada al Oscar por "Estación central de Brasil", pero es su propia hija, Fernanda Torres, la absoluta protagonista de una cinta en la que a través de su mirada y el no bajar la cabeza defiende la dignidad de un pueblo y de una familia frente a la barbarie de los que mandan de manera absolutista y coartadora. Un ejercicio delicado y conmovedor de memoria histórica y de lucha frente a la injusticia de un pueblo que desde la cotidianidad no quiere quedarse callado y sumiso frente a la dictadura que impuso su ley entre 1964 y 1985. La tragedia sobrevuela en todo momento pero es la entereza de la protagonista la que hace creer en la esperanza de un futuro mejor para los suyos y para los que vendrán después. La intimidad de una familia rota por la dictadura militar cuyo dolor no es alienante sino que supone un estímulo para seguir mirando hacia adelante a través del trabajo de una estupenda Fernanda Torres.
Eunice Paiva rompió lo establecido sin estridencia recomponiéndose del episodio acontecido y luchando por hacer justicia tras la desaparición de su marido, un diputado socialista, durante la dictadura militar de los setenta, hecho que narran las memorias de uno de los hijos de ambos, Marcelo Rubens Paiva, que narra en círculo la historia de una Eunice Paiva que luchó por la memoria colectiva a pesar de que en la vejez ella perdió la suya propia en un momento en el que las nuevas generaciones parecen querer olvidar el pasado cuando el mismo resuena de nuevo en el presente con los auges populistas. Una mujer que no se quedó llorando en su casa que es lo que muchos pretendían sino que contribuyó a poner su granito de arena para construir una sociedad mejor; primero sacando adelante ella sola a su familia y después convirtiéndose en abogada y luchando por los derechos de los nativos y por la defensa del ecologismo. Walter Salles nos introduce en esa casa con valores humanistas en la que todos caben y se dejan de lado las preocupaciones siendo habituales las reuniones de amigos e intelectuales así como los bailes, las canciones y las reuniones de confraternidad aportando luz en contraposición a lo que pretende la dictadura. Recuerdos que en ocasiones se presentan formato de cámara Super 8 y que no frivolizan el drama sino que, sin apartar los ojos del drama que padece el país entre sus calles y sus gentes, con algunas escenas realmente escalofriantes, como aquella en la que las fuerzas de seguridad llegan a la casa dispuestas a romper por siempre el núcleo familiar o la del interrogatorio, vemos a una mujer que por los suyos no puede permitir romperse y que termina siendo un ejemplo de fuerza, valentía y generosidad. Un ejercicio de rabia, dolor, duelo, angustia y dignidad narrado con pausa y sensibilidad solventando ciertas irregularidades pero siendo el contundente retrato social que trasciende su época para lanzar un mensaje al mundo de que con amor, compasión y generosidad una familia pudo salir adelante a pesar de sufrir en carne propia los tiempos oscuros y gracias al empeño de esa Eunice Paiva que llena de humanidad Fernanda Torres que supone la razón de ser de la película y el nexo emocional con el espectador que eleva a una película que, en otras manos, podría haber sido obvia, plana y reiterativa. “Aún estoy aquí” es el regreso al cine de Walter Salles doce años después sabiendo encauzar de una manera natural la emoción en un alegato de verdad, memoria y resistencia.
Conviene saber: Mejor guión en el Festival de Venecia 2024 proyectándose también en otros certámenes como Toronto, San Sebastián y Nueva York, mejor actriz de drama en los Globos de Oro 2025, mejor película iberoamericana en los Goya 2025 y 3 nominaciones en los Oscar 2025 en las categorías de película, actriz y película internacional.
La crítica le da un SIETE