"A tiempo completo"

La web oficial.

El argumento: Julie hace un esfuerzo titánico para criar a sus dos hijos en las afueras de París y conservar al mismo tiempo su empleo en un hotel de lujo en el centro. Justo cuando consigue una entrevista para el trabajo que llevaba tiempo deseando, estalla una huelga general que paraliza todo el transporte público y pone en riesgo el delicado equilibrio que Julie había construido. Comienza entonces una carrera enloquecida contra el tiempo en la que Julie no puede permitirse flaquear.

Conviene ver: “A tiempo completo” es una cinta que con una premisa muy simple lleva a cabo un ejercicio de tensión universal ya que conecta mucho con esta sociedad acelerada en la que siempre se va con prisas entre casa, el trabajo y diversas responsabilidades. Es lo que le ocurre a una mujer con dos hijos que tiene que equilibrar el cuidado de éstos, viviendo en una casa a las afueras de París, con lo que supone trabajar en el centro de la ciudad como supervisora de limpieza en un hotel de lujo. Cuando surge la oportunidad de su trabajo soñado consiguiendo una entrevista para ello, una huelga de transporte hace peligrar todas sus opciones y ella no está dispuesta a rendirse ante el convencimiento de que se merece algo más aunque, para ello, tenga que recurrir al engaño, a escaparse de su trabajo afectando al turno de las compañeras o aprovechándose de vecinos o desconocidos para conseguir lo que quiere. Es verdad que la cinta, a pesar de sólo durar una hora y media, tiene algún bache cayendo en la reiteración sin cambiar de ritmo y presentando desgracias y situaciones para generar estrés por acumulación como es la continua presión en el trabajo con una jefa que le ata en corto y unas compañeras que ya no están por la labor de cambiarle los turnos, problemas con los plazos de la hipoteca en el banco, un ex marido que no pasa la pensión o una vecina que cuida a los hijos de la protagonista pero que no está dispuesta a seguir haciéndolo.

En todo caso la película vale la pena no sólo por esa premisa bien llevada sino por una Laure Calamy que está estupenda contagiando esa preocupación y esa ansía de mujer y madre del siglo XXI por el tiempo que juega en su contra, una mujer siempre con prisas saltando los obstáculos hasta llegar a la meta. Un thriller cotidiano en la gran ciudad, y con los condicionantes de las cadenas que la sociedad nos imprime en forma de obligaciones, que deja exhausto y que no necesita de persecuciones o tramas conspirativas para dejar al espectador noqueado, especialmente por el hecho de que la protagonista padece una situación reconocible por la imposibilidad de conciliación en la que prima el individualismo y en la que los hijos de la protagonista son meros esbozos siendo una crítica al hecho de que se vive más por el trabajo que por la vida que queremos llevar con los nuestros. Una cinta que deja como un mensaje desolador el hecho de que, por mucho que se corra y se pretenda, todo no se puede tener y a veces hay que elegir si se quiere tener un buen trabajo pero esclavo en horarios o poder pasar más tiempo con los tuyos así como tener que sufrir las distancias y el tiempo que implica pretender trabajar en el centro de París pero no vivir en la ciudad. Bien dirigida, interpretada y con un montaje vibrante que no da tregua al espectador, a lo que contribuye una música que genera angustia, y que deja un regusto amargo por el hecho de hacernos reflexionar sobre la rueda de hámster en la que parece que vivimos y de la que nos es imposible escapar juntándose el hecho de querer prosperar y sentirse realizado por un lado pero teniendo que enfrentarse a las curvas y responsabilidades del día a día.

Conviene saber: Mejor dirección y actriz en la sección Orizzonti del Festival de Venecia 2021.

La crítica le da un SIETE