Hacia rutas salvajes
Jon Krakauer
Ediciones B, S.A.
1998
321 pp.
Título original: Into the wild
Hacia rutas salvajes es la
reconstrucción de los últimos dos años de vida de Chris McCandles, un joven de
24 años quien tras graduarse en 1990 de la Universidad
Emory de Atlanta y donar a Oxfam
los US$24000 que tenía para estudiar derecho, decidió renunciar a todas las
comodidades de la vida moderna y emprender
un periplo que lo llevaría al
monte McKinley, en Alaska, donde encontraría la muerte.
Los antecedentes y las
circunstancias de la muerte de McCandless cautivaron
tanto a Krakauer cuando preparó un
artículo para la prensa sobre la historia, que decidió realizar una
investigación más profunda, fruto de la cual es este libro.
La atracción de Krakauer por la
vida de McCandless no es gratuita pues él mismo, como alpinista, se ha
encontrado en situaciones similares a las vividas
por el joven donde ha enfrentado
la muerte. Por tanto, la narración sobre la vida de McCandless, se adivina, fue
una forma de Krakauer para contar sobre
su propia vida -lo cual, de hecho
hace-, y acercarse, a través de la vida de alguien más, a sus propias
ansiedades y deseos.
El libro, de principio a fin, es
atrayente y lo es por su misma estructura: el escritor no oculta al lector el
desenlace de la trágica historia de McCandless
sino, por el contrario, se la entrega en las primeras páginas:
Después de varias averiguaciones
entre la policía de los estados cercanos y, sobre
todo, gracias a las
comunicaciones enviadas por varias personas que cruzaron su camino con el de
McCandless, se descubre la identidad del cuerpo encontrado.
¿Qué entonces mantiene al lector
atado a las páginas de este libro? Justamente son las razones y las
circunstancias que llevaron ese cuerpo a ese lugar.
Krakauer en un ingenioso juego
narrativo da constantes saltos hacia el pasado remoto y al inmediato para
resolver este enigma.
El periplo de Alex-Chris tuvo
lugar en especial en el oeste estadounidense. Su derrotero estuvo marcado por
las circunstancias del momento: sin planes,
sin plazos, sin consideración a
los posibles obstáculos. Chris navegó por aguas abajo del río Colorado hasta el
Golfo de California de la misma forma abierta,
desapegada pero apasionada que
arribó y permaneció en Bullhead City, una menos que ciudad donde se empleó
preparando hamburguesas en un McDonald’s.
En este recorrido Alexander
Supertramp -homónimo adoptado por McCandless tras abandonar su hogar- hace
varios amigos: dos “vagabundos motorizados”, Jan
y Bob, con quienes se desplaza
por algún tiempo; Wayne Westberg con quien trabajó como parte de su grupo de
trabajadores que se desplazaban según el tiempo
de la cosecha; Ronald Franz, un
viejo veterano de guerra quien había perdido a su esposa e hijo en un accidente
automovilístico; Gaylord Stuckey, el camionero
que lo llevó desde Liard River,
en Canadá, hasta Faibanks, en Alaska, y Jim Gallien, electricista y última
persona que lo vio con vida. Es a través de
ellos que Krakauer dibuja el
perfil del joven. En general, lo describen como un joven culto, inteligente,
afable, radical en sus posiciones éticas frente
a la vida y decidido a buscar en
la naturaleza los caminos hacia su propio interior.
Para entender la vida de Chris
McCandless-Alex Supertram, Krakauer hace un gran paréntesis para relatar la
vida de otras personas con historias similares
entre los que se destaca Gene
Rosellini, antropólogo, historiador, filósofo y lingüista, quien también
decidió abandonar las comodidades de la vida moderna
con el fin de probar su teoría
sobre la imposibilidad del ser humano de vivir sin éstas; John Mallon Waterman,
uno de los más reputados alpinistas de E.U
hacia 1973, y quien tenía una
relación conflictiva con su padre. Ambos escogieron a Alaska como el escenario
de sus retos. Ambos perecieron allá. También
habla de Everett Rues –quizá el
personaje más parecido a Chris- cuya afición por la vida silvestre e
improvisada (el texto cita las palabras de alguien
que lo definía como “un romántico
inmaduro, un esteta adolescente, un nómada atávico”) lo llevó a la Garganta de
Davis donde desapareció y nunca se volvió
a saber de él.
El retrato del joven lo completa
la trascripción de las citas subrayadas por Chris en los libros que encontraron
junto a su cuerpo: