Tetiaroa, parece que fue un sueño
Ahora ya sé que el paraíso existe, lo he podido ver, es el
pequeño hotel
que los hijos de Marlon Brando explotan en ese hábitat
natural que forma parte de un atolón, en donde hay muchísimas islas, aunque la
única habitada es Tetiaroa
que además regenta la última esposa de Marlon Brando junto a
sus dos hijos, son muy amables, no conocen la prisa...no llevan reloj...a la
hora de
la comida nos avisan con una gruesa rama y un tronco de
árbol, en el comedor, un chef francés nos prepara una suculenta comida a base
toda de rico pescado
marinado con leche de coco y lima revuelto con verduras
autóctonas de la isla...
La isla, está conservada, limpia, cuidada, la paz es la
constante, allí el tiempo no cuenta, y el silencio únicamente interrumpido por
los cantos de los
pájaros, es el rey del ecosistema.
Las aguas son tan limpias, que un cristal recién limpio no
sería tan transparente; el solo hecho de no escuchar ni un claxon, ni ver un
vehículo, ni un
autobús...
Tetiaroa seguirá allí por mucho tiempo espero, a la vez que
deseo que nunca nadie pueda cambiar el aspecto de esa maravillosa isla tan
salvaje, me llegué
a plantear quedarme allí a pintar ... hubiera sido
maravilloso poder hacer hacerlo.... pero...solo fue un sueño de un segundo,
porque la realidad me devolvía
a Tahití para seguir el viaje a Bora-Bora.
Francesca Rufo