Capítulo V. “Cómo dirigir a lassie”

 

E lia kazan había convencido a Jack Warner para que le permitiese dirigir Al este del edén, la versión cinematográfica de la última novela de John Steinbeck, una relectura de la historia bíblica de Caín y Abel ambientada en la California de principios del siglo XX. Publicada en septiembre de 1952, en noviembre ya era nº1 en las listas de best sellers.

Kazan acababa de regresar a Nueva York desde su casa de campo en Connecticut, donde había estado trabajando con Paul Osborn en un guión que descartaba gran parte de la novela original, e iniciaba la acción en el capítulo 37, alrededor de la época de la I Guerra Mundial.

Jean Deacy leyó una copia del guión de Paul Osborn y comprendió que Cal Trask, el personaje central de la cinta, se ajustaba como un guante al temperamento y a las dotes interpretativas de Jimmy Dean. Deacy pidió a Kazan que fuese a ver la interpretación de su cliente en “El inmoralista”.

Al final, fue Osborn quien asistió a una de las representaciones de la obra en Philadelphia. Al día siguiente llamó a Kazan y le sugirió que considerase a Jimmy para el papel de Cal Trask. El cineasta había estado pensando en ofrecer el trabajo a Marlon Brando, al que había dirigido en “Un tranvía llamado deseo” en Broadway en 1947 y después en su adaptación cinematográfica de 1951, además de en ¡Viva Zapata! (1952) y La ley del silencio (1954). A petición de Osborn, sin embargo, aceptó ver a Jimmy, y le citó en las oficinas de la Warner en Nueva York.

Kazan había tenido algún contacto con Dean en el Actors Studio y había reconocido su talento. Las mismas cualidades de Jimmy como estudiante que no le habían gustado -su mal humor, rebeldía y orgullo- eran las que le hacían querer probarle para el papel de Cal.

, recordaba Kazan en su autobiografía, «pareciendo resentido por ninguna razón en particular. No me gustó la expresión de su cara, así que le hice esperar. También quería ver cómo reaccionaba a eso. Parece que se aplacó, porque cuando le hice entrar había abandonado la pose beligerante. Intentamos hablar, pero la conversación no era su fuerte, así que nos sentamos mirándonos el uno al otro. Después me preguntó si quería dar una vuelta con él en su moto. No disfruté el viaje; se estaba exhibiendo. Cuando volví a la oficina llamé a Paul y le dije que este chico realmente era Cal Trask».

Jimmy no tuvo muchas dificultades para identificarse con el personaje. Aunque su infancia y adolescencia no habían sido infelices, nunca tuvo una relación cercana con su padre tras la muerte de su madre. Conocía la soledad y había sufrido el rechazo; y, como Cal, creía estar marcado de algún modo por la anormalidad o la maldad.

Estos paralelismos entre actor y personaje no eran accidentales. Kazan era muy consciente de ellos cuando consideró a Dean para el papel. «Le_elegí_porque_él_era_Cal», explicaba.

Pero la película, en particular el personaje de Cal, también era muy personal para Kazan, y su íntima identificación con el tema tuvo un significativo efecto en su relación con Jimmy.

, reflexionaba. «La historia de un hijo que trata de complacer a un padre que le desaprueba era una parte. Otra parte era la oportunidad de atacar el puritanismo absoluto de “esto está bien y esto está mal”. Yo trataba de demostrar que el bien y el mal pueden mezclarse y que hay valores que tienen que mirarse más profundamente que con ese síndrome absoluto de aprobación y desaprobación de mis amigos de izquierdas.»

Kazan había estado en el centro de la “Caza de Brujas” del senador McCarthy tres años antes. Antiguo miembro del Partido Comunista, fue uno de los pocos “liberales” de izquierdas que cooperaron con el Comité del Senado, delatando a colegas y amigos que habían estado en el partido con él, y su delación había dejado una gran amargura en ambas partes. Su última película, La ley del silencio, había tratado con el tema similar de un joven que testifica contra un sindicato corrupto. Y ahora, en Al este del edén, este recuerdo político no estaba demasiado lejos de la superficie.

Esta fuerte identificación personal explica la íntima relación que Kazan y Jimmy establecieron durante la preparación y el rodaje de la película. El director estaba decidido a moldear el personaje a su modo, y su concepto era completamente diferente a la sociedad que había formado con Brando. El que Kazan lograse controlar a Dean se debió más que nada a la estrecha colaboración que desarrollaron desde el principio. Había una cálida armonía entre ellos, el artista veterano y su joven discípulo. No había evidencias de la habitual relación director-actor, sino que se comportaban simplemente como viejos amigos.

Kazan envió a Jimmy a conocer a John Steinbeck, que también vivía en Nueva York; la impresión del escritor fue la misma: no le gustaba el joven, pero en aspecto y modales, Dean era Cal Trask.

El casting de Al este del edén dependía en gran medida de la compatibilidad y el contraste entre los tres jóvenes protagonistas: dos hermanos y la novia de uno de ellos. La combinación de los actores considerados inicialmente para interpretar a Cal y Aron -Marlon Brando y Montgomery Clift, respectivamente- habría hecho que pareciesen mucho mayores de lo que se decía en la novela o en el guión, donde ambos son aún estudiantes.

Cuando las audiciones comenzaron a filmarse en Nueva York a mediados de febrero de 1954, la corta lista de candidatos se había reducido a James Dean, Paul Newman y Richard Davalos para los papeles masculinos; y Joanne Woodward y Julie Harris para el de la chica.

Newman, otro alumno del Actors Studio, estaba haciendo en ese momento un pequeño papel en la obra de William Inge “Picnic” en Broadway, y fue considerado para interpretar a Aron, el hermano mayor. Aunque tenía 29 años por los 23 de Jimmy, aún conservaba el aspecto fresco de alguien más joven, y les hicieron una prueba de pantalla juntos. Newman vestía una camisa blanca con pajarita y llevaba un cigarrillo detrás de su oreja izquierda; Jimmy vestía una camisa deportiva. Lo que sigue es parte del diálogo de su prueba conjunta:

Director (fuera de cámara): Eh, vosotras dos, reinas; mirad hacia aquí.

(Los dos miran a la cámara)

Newman: No quiero mirarle, es un amargado.

Director: Oh, sólo está haciendo su trabajo. Mira hacia el otro lado, entonces.

Dean: A mí tampoco me gusta él.

Director: Okey, ¿qué tal mirar directamente a la cámara?

(Jimmy y Paul miran hacia la cámara)

Director: Miraos el uno al otro.

(Paul y Jimmy se parten de risa mientras se miran a los ojos. Jimmy lanza nerviosamente algo al aire, cogiéndolo después.)

Director: Paul, ¿crees que Jimmy gustará a las quinceañeras?

Newman: No lo sé. ¿Va a ser un sex symbol? (Echa una rápida mirada a Jimmy.) No suelo salir con chicos. Pero con su aspecto, seguro... seguro, creo que se tirarán sobre él.

Director: ¿Qué dices tú, Jimmy? ¿crees que gustarás a las chicas?

Dean: Claro. Todo depende de si ellas me gustan a mí...

Los dos podrían haber trabajado bien juntos, y Newman indudablemente hubiese sido un Aron más complejo y agradable. Sin embargo, Kazan se decidió por Richard Davalos, que ya había hecho en Hollywood una audición para el papel de Cal.

A modo de prueba, Kazan rodó una escena completa de la película en un plató, con Jimmy como Cal y Davalos como Aron. Esa secuencia no fue incluida en el montaje final porque la Oficina Breen (el aparato de autocensura de la industria) la consideró inaceptable debido a sus insinuaciones de homoerotismo e incesto. En el metraje de prueba, en blanco y negro, Cal y Aron están en su dormitorio; Cal, desnudo de cintura para arriba, toca la flauta sentado sobre su cama; Aron, en segundo plano, le observa desde la suya. A continuación, Cal se lamenta de que su padre quiere sólo a Aron y le rechaza a él. Es una lástima que esta escena no fuese incluida en la versión definitiva de la película, porque ayudaba a entender las motivaciones del personaje de Cal.

, decía Davalos.

A sugerencia del director, Jimmy y Richard compartieron alojamiento durante los preparativos y los ensayos, para crear la necesaria relación entre los hermanos.

Los dos actores cogieron un pequeño apartamento de una habitación frente a los estudios de la Warner y vivieron la realidad amor-odio de sus respectivos papeles como el hermano bueno y el hermano malo.

La preparación funcionó perfectamente. Ambos eran nuevos en el juego de la celebridad y compartieron la experiencia como verdaderos hermanos, ayudándose el uno al otro, pero al mismo tiempo compitiendo por conseguir el cariño y la atención. Cuando el rodaje se puso finalmente en marcha, las tensiones de su relación en la pantalla se habían hecho instintivas.

, recordaba Davalos.