Venecia 2024: El Joker de Todd Phillips no consigue la reválida en la Mostra

Querido primo Teo:

El mundo ha cambiado muchísimo en los últimos cinco años. Hace un lustro, la crítica consideró que "Joker" era el héroe que necesitábamos frente al "Batman" que representaba los ideales de la fachosfera, lo que impulsó su éxito tanto en la Mostra como a nivel social. Poco después, esa misma crítica se sintió abochornada por el retrato del desencantado que pudo haber sido fuente de inspiración para el grupo de exaltados que asaltó el Capitolio a inicios de 2021, quienes están abonados al discurso antisistema y a las teorías conspirativas. Como dirían en "El informal": "lo que diga la rubia". Pues eso, a seguir la corriente.

Con "Queer", el italiano Luca Guadagnino sigue demostrando que se siente especialmente cómodo en el cine internacional. El director, que alcanzó la consagración crítica con "Call me by your name" (2017), explora nuevamente el deseo y la intimidad adaptando la novela semiautobiográfica de William S. Burroughs, autor referencial de la generación "beat", cuya publicación se retrasó hasta 1985 por ser considerada demasiado escandalosa.

El principal atractivo de "Queer" es Daniel Craig, quien encarna a Lee, alter ego del propio escritor, un estadounidense asentado en la Ciudad de México de 1950, completamente entregado a los locales frecuentados por homosexuales para disfrutar del sexo, aunque sea en la clandestinidad. Lee tiene un encuentro fortuito con Allerton, un joven recién llegado a la ciudad, y se queda enganchado a él, ya que por primera vez explora la posibilidad de una conexión íntima con alguien.

Coprotagonizada por Drew Starkey, en su reparto también figuran Lesley Manville y Jason Schwartzman. Cuando se anunció el proyecto, Luca Guadagnino adelantó que el film sería muy descriptivo en sus escenas sexuales, añadiendo incluso a lo ya descrito por Burroughs. A pesar del inevitable morbo que despierta su contenido sexual, "Queer" no ha sido recibida con unanimidad: algunos la consideran impostada y superficial en su retrato de un mundo decadente y sórdido.

No obstante, otro sector considera fascinante el trabajo de Guadagnino, que reflexiona de manera poco convencional sobre la sexualidad y la libertad. Lo que sí ha logrado poner de acuerdo a la crítica es la actuación de Daniel Craig, entregado en cuerpo y alma a un personaje devastado por sus fantasmas y adicciones, que cree encontrar su salvación en un polvo ocasional.

La directora griega Athina Rachel Tsangari, discípula de Yorgos Lanthimos, regresa al Festival de Venecia tras su participación con "Attenberg" en 2010, esta vez con la británica "Harvest", basada en la novela homónima de Jim Grace. La acción se sitúa en una pequeña comunidad rural, alejada de todo, en un lugar y época indeterminados, amenazada por la modernidad del mundo exterior.

Está protagonizada por Caleb Landry Jones, quien interpreta a un campesino incapaz de hacer mal alguno y que asiste atónito a los cambios que llegan. La cineasta aborda el trauma de la modernidad, impulsada por la Revolución Industrial a inicios del siglo XIX, recurriendo al western para mostrar cómo un poblado en medio de la naturaleza se siente impotente ante la destrucción causada por el capitalismo. Esta propuesta, deliberadamente incómoda, ha generado desconcierto entre la prensa y ha hecho desistir a más de un espectador.

Los gemelos franceses Ludovic y Zoran Boukherma han presentado "Leurs enfants après eux", adaptación de la novela homónima de Nicolas Mathieu. Ambientada a principios de los años 90, en un valle perdido del este de Francia, la película narra el devenir de un grupo de adolescentes a lo largo de cuatro veranos, marcados por su pertenencia a un entorno marginal.

Los responsables de "Teddy" (2020) y la satírica "¡Tiburón a la vista!" (2022) llegaron a la adaptación del exitoso libro de Mathieu casi por casualidad, pero les resultó estimulante hablar de la Francia de provincias, donde crecieron, y retratar a las clases populares de una manera luminosa. Este drama social, que refleja las inquietudes de los adolescentes, no ha convencido a la crítica, ya que, aunque acierta al mostrar los pequeños conflictos de una población probablemente condenada al estancamiento, recurre a demasiados lugares comunes, y sus casi dos horas y media de duración resultan excesivas.

Las cineastas francesas Delphine y Muriel Coulin debutan en la competición de Venecia con "The quiet son", basada en el libro "Lo que falta de la noche" de Laurent Petitmangin. La película está protagonizada por Vincent Lindon, quien interpreta a un trabajador ferroviario de izquierdas a cargo de sus dos hijos. El más joven es un alumno aplicado que comienza a estudiar en la Sorbona, mientras que el otro se va descuidando académicamente y volviéndose cada vez más reservado. La sorpresa llega cuando el hijo mayor se aproxima a grupos de extrema derecha.

Las hermanas han querido reflejar un país que va a la deriva hacia una situación extrema, dejando claro que su objetivo ha sido transmitir la complejidad de la vida de las personas y sus razones políticas. Sin embargo, a gran parte de la crítica le ha parecido una obra demasiado simplista y moralizante.

Desde Georgia llega "April", de Dea Kulumbegashvili quien arrasó con "Beginning" en el Festival de San Sebastián 2020. La protagonista, Nina, es una ginecóloga que practica abortos clandestinos en el entorno rural y que, tras la muerte de un bebé durante un parto, comienza a ser señalada por su profesión.

En su segunda película, Kulumbegashvili ha logrado deslumbrar a la crítica por su denuncia social planteada de manera poética, recurriendo nuevamente al retrato de la exuberante naturaleza e incluyendo escenas explícitas de partos reales. "April", que cuenta con la producción de Luca Guadagnino, se perfila como una de las candidatas a figurar en el palmarés.

Con "Diva Futura", la italiana Giulia Louise Steigerwalt se adentra en los orígenes de la industria del porno en Italia y rescata la figura de Cicciolina, quien incluso incursionó en la política. "Diva Futura" da nombre a la productora que Ilona Staller fundó en 1983 junto a su marido, el empresario Riccardo Schicchi, y que terminó revolucionando la sociedad italiana.

La película, producida por Netflix y protagonizada por Barbara Ronchi, Pietro Castellitto y Denise Capezza, no ha convencido a la crítica, que la ha considerado confusa por su abuso de saltos temporales y su dispersión en episodios poco interesantes.

Hace cinco años, Todd Phillips salió del Lido con el León de Oro por "Joker", marcando el inicio de una carrera fulgurante que culminó con el Oscar a mejor actor para Joaquin Phoenix. El éxito monumental de crítica y público convirtió a "Joker" en un fenómeno social, permitiendo la continuidad del proyecto, que ahora coquetea con el género musical, tal como lo hizo Martin Scorsese con "New York, New York" (1977).

En "Joker: Folie à deux", vemos a Arthur Fleck internado en un psiquiátrico tras perder completamente la cordura y sembrar el caos en la ciudad. Allí, se enamora y arrastra a su amada a su mundo, dotando de musicalidad a su interior. Lady Gaga acompaña a Joaquin Phoenix interpretando a la mujer que se convierte en Harley Quinn.

Todd Phillips sabía que "Joker: Folie à deux" representaba un salto sin red, pues "Joker" trascendió lo meramente cinematográfico y ha sido vista de maneras muy distintas desde su estreno. En 2019, Arthur Fleck era un enfermo mental sin acceso a un buen seguro médico, que se vuelve loco en un sistema que lo ignora, donde el mal está representado por los trajeados y engominados, destacando un Thomas Wayne que bien podría ser un futuro Donald Trump.

En 2024, Arthur Fleck es el agitador de internet, el referente de quienes se sienten oprimidos por las políticas progresistas, el enemigo del discurso "woke", el que cree que el gobierno de la gente lo está llevando a la ruina; en definitiva, lo opuesto a lo que Phillips pretendía. Probablemente, por la magnitud que alcanzó "Joker", buena parte de la crítica esperaba a Phillips con los cuchillos en la mano.

Se aplaude que no haya renunciado a su libertad para provocar al espectador y que Joaquin Phoenix no haya sido devorado por el personaje que lo llevó a ganar el Oscar pero, en general, se considera frustrante y decepcionante que no se haya aprovechado todo el potencial cinematográfico de una fantástica Lady Gaga como Harley Quinn.

Mary Carmen Rodríguez