Venecia 2022: Un Alejandro González Iñárritu embriagado de sí mismo irrita a la prensa y Ricardo Darín enamora a la crítica gracias a “Argentina, 1985”
Querido primo Teo:
La 79ª del festival de Venecia está quemando sus primeros cartuchos, consciente de la competencia que en este momento le está haciendo Telluride y de que Toronto se la hará a partir de los próximos días. El “Ruido de fondo” de Noah Baumbach tuvo en Venecia la acogida temida por sus responsables, porque ha llevado a Netflix a cambiar sus preferencias a la hora de financiar. Por otro lado, Cate Blanchett no se ha bajado del trono con su aclamada interpretación de temida directora de orquesta. Pero indiscutiblemente el gran protagonista de estos días está siendo Alejandro González Iñarritu, o mejor dicho, su ego. Timothée Chalamet luciéndose como la mayor estrella de la Movida a destiempo lo ha tenido imposible para eclipsarle.
En la pasada primavera Netflix anunció la compra de "Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades" que supone el regreso del director Alejandro González Iñárritu a su México natal después de “Amores perros” (2000), tras haber desarrollado su carrera en Hollywood (con la salvedad de “Biutiful” en 2010 que se rodó en España) y entronizarse con los 4 Oscar que ganó con “Birdman” (2014) y “El renacido” (2015).
Al igual que hicieron Federico Fellini en “Fellini 8 y 1/2” (1963) y Pedro Almodóvar en “Dolor y gloria” (2019) el cineasta mexicano ha concebido “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades” como un ejercicio de ombliguismo haciéndose representar en la figura de un afamado periodista y documentalista mexicano que al volver a su tierra natal se enfrenta a quien fue y también al país que dejó atrás y que ha evolucionado con el paso de los años. Daniel Giménez Cacho es el encargado de interpretar al protagonista y su mutación con el propio director es tan grande que cuesta distinguirle.
“Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades” es uno de los títulos estrella de esta temporada, una de las principales apuestas de Netflix y, al igual que “Ruido de fondo” de Noah Baumbach ,una película problemática, aunque en este caso la compañía de streaming es solamente distribuidora. El rodaje en México duró 22 semanas, el objetivo era mostrar a la Ciudad de México de una manera inédita como si fuera una fantasía, y estuvo marcado por las quejas por parte del equipo por las malas condiciones laborales e incluso por saltarse el protocolo sanitario, mención especial merecen los figurantes de la película que llegaron a organizar un movimiento en las redes sociales acusando al director de maltratador. Nada de esto es nuevo para González Iñárritu, quien por cierto dijo en una rueda de prensa que “los extras son un cáncer” y si algo sale mal tienen un altísimo porcentaje de culpa por falta de profesionalidad.
El cineasta mexicano se ha ganado a pulso la fama de tirano que se pretende escudar en su afán perfeccionista y los problemas en sus rodajes no han sido excepcionales, tanto con los extras como sucedió en “Biutiful” (2010) como con el equipo técnico y artístico del film, y la filmación de “El renacido” fue calificado como infernal. El director es consciente de que más de uno le quiere partir la cara y se engrandece por ello.
Tras ser estrenada de manera limitada en Noviembre, “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades” llegará a Netflix el 16 de Diciembre de 2022 tras ser exhibida en algunas de las principales plazas mediáticas de la temporada. En su debut veneciano la película de Iñárritu ha descolocado a la prensa con su "egotrip" de tres horas. Hay consenso entre los críticos para calificarla de obra monumental, la más salvaje de su carrera, visualmente deslumbrante, siendo una sucesión de ensoñaciones pictóricamente muy hermosas, pero que carece de alma e incluso que cae en la autocomplacencia y lo que es peor, en la caricatura. Una experiencia tan irritante como atractiva y teniendo apasionados detractores que declaran haberse sentido seducidos durante el visionado probablemente llegue más lejos de lo que podamos imaginar. En Telluride no le han recibido tan de uñas como en Venecia.
En “Un couple (A couple)” el veterano documentalista Frederick Wiseman fija su mirada en la relación que mantuvo León Tolstói con su mujer Sophia. Este trabajo está a camino entre el documental y la ficción y cuenta con la actriz Nathalie Boutefeu para encarnar a la esposa y mano derecha del autor de “Guerra y paz”. El film no ha convencido a la crítica, al considerarse que queda demasiado devorado por su teatralidad pese a que sea un muy acertado estudio de personajes.
Otra de las películas más mediatizadas de estos primeros días ha sido “Bones and all: Hasta los huesos” de Luca Guadagnino, principalmente por estar protagonizada por Timothée Chalamet que cada vez se siente más cómodo en la piel de icono de la Generación Z, aunque no deje de quejarse por la mala baba de las redes sociales. Chalamet vuelve a ser dirigido por Luca Guadagnino, que le lanzó a la fama con “Call me by your name” (2017), y junto a Taylor Russell protagoniza “Bones and all: Hasta los huesos”. Adaptación de la novela de Camille DeAngelis sigue a una joven que emprende un viaje por todo Estados Unidos en la década de los 80 para buscar al padre que no conoce y tratar de comprender por qué siente la necesidad de matar y devorar a quienes la aman, como es el caso de un chico que encontrará en la ruta.
Esta road movie bebe del espíritu de “Malas tierras” (1973) de Terrence Malick, con dos jóvenes inadaptados y a la deriva que terminan protagonizando un baño de sangre tanto como recurso estilístico como pulsión de esa singular relación. Guadagnino no ha dejado indiferente con esta retorcida historia de amor, deseo y sacrificio, a muchos esta propuesta les ha parecido muy seductora no solamente por su envoltorio y audacia sino por las interpretaciones de Chalamet y Russell, especialmente magnética, mientras que al resto le ha resultado un espectáculo hueco y aburrido.
El francés de origen griego Romain Gavras ha conseguido destacarse como director al margen de la figura de su padre, el célebre Costa-Gavras, destacando especialmente en el campo de los vídeos musicales. “Atenea” supone su tercer largometraje. Se trata de un thriller que se centra en tres hermanos que acaban de sufrir la pérdida del hermano menor de 13 años y que tratarán de buscar la explicación a su asesinato en medio de una ciudad que se ha convertido en un auténtico caos marcado por las desigualdades sociales, la crispación y la violencia. Gavras ofrece su largometraje más arriesgado hasta la fecha, entre el drama familiar y un ambiente belicista, destacando especialmente por una apertura apabullante con un plano secuencia de 11 minutos y que pretende ser una reflexión política pero que queda demasiado engullida por la estética. Es otro de los lanzamientos de Netflix.
Andrea Pallaoro tras triunfar en Venecia con “Hannah” (2017), con la que Charlotte Rampling se llevó el premio a la mejor actriz en 2017, regresa con “Monica” que está protagonizada por Trace Lysette y Patricia Clarkson. La película se centra en una joven transexual que se ve obligada a regresar a su casa para cuidar de su madre que está a punto de morirse. Su reparto está completado por Emily Browning y Joshua Close y la cinta ha sido bien recibida, especialmente por las interpretaciones plagadas de sensibilidad de Lysette y Clarkson y por ser una propuesta que se hace cercana y equilibrada, hablando de la transexualidad con naturalidad, ni es una cuestión que se deja de lado ni se obsesiona por convertirla en el conflicto principal de la película.
Santiago Mitre, responsable de la premiada “Paulina” (2015), ha presentado en la competición “Argentina, 1985”. Protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani sigue el proceso de El Juicio a las Juntas en el que en el banquillo de los acusados por crímenes de lesa humanidad se sentó a los comandantes de la última dictadura militar en Argentina, la historia está narrada desde el punto de vista de dos fiscales.
La película ha gustado mucho a la crítica, siendo especialmente entusiasta la anglosajona, por ser un emocionante thriller político, muy bien narrado y magistralmente interpretado por Ricardo Darín, en la piel de un fiscal irónico, ingenioso, baqueteado por la vida pero que no renuncia a seguir siendo un idealista. Indudablemente es uno de los caballos ganadores del cine latinoamericano de la temporada.
Fuera de concurso se ha presentado “El maestro jardinero” de Paul Schrader, que en las últimas ediciones compitió con “El reverendo” (2017) y “El contador de cartas” (2021) cerrando así su particular trilogía sobre la redención. Protagonizada por Joel Edgerton, Sigourney Weaver y Quintessa Swindell la película gira en torno a un jardinero que trabaja con una adinerada viuda que le encomendará que le enseñe el oficio a una sobrina porque no hay manera de meterla en vereda, algo que le hará conectar con su pasado. Un drama que se sustenta en la interpretación de Joel Edgerton y en la estimulante presencia de Sigourney Weaver.
Paul Schrader ha recibido el premio honorífico de esta edición.
También fuera de la competición se ha visto “The kingdom exodus”, la miniserie de Lars Von Trier con la que continúa la trilogía cuya primera parte se estrenó en 1994 y la segunda en 1997, y que se desarrolla en un hospital danés controlado por una siniestra hermandad de cirujanos. Consta de cinco episodios, en su reparto figuran Lars Mikkelsen y Alexander Skarsgård, y a la crítica le ha parecido una selección de los grandes éxitos de la obra de Von Trier con la que sus fans disfrutarán.
Mary Carmen Rodríguez