"Valle de sombras"
La web oficial.
El argumento: Cordillera del Himalaya, año 1999. Quique, Clara y el pequeño Lucas disfrutan de sus primeras vacaciones juntos en el norte de la India. Una noche, durmiendo al raso durante una tormenta, sufren un brutal ataque por unos bandidos. Horas después, Quique es rescatado por un nativo y trasladado a una remota aldea aislada en las montañas. Allí, incomunicado y sin posibilidad de regresar a la civilización, deberá permanecer hasta la llegada del invierno, que permite la formación de la única vía de salida de la aldea: el río helado. El camino de vuelta, lleno de peligros, en compañía de varios niños de la aldea, pondrá a prueba todo lo que Quique ha aprendido durante su estancia en el corazón del Himalaya.
Conviene ver: “Valle de sombras” se mueve entre el drama y el thriller de supervivencia en una épica historia de resistencia en el que es evidente todo lo que ha habido detrás para rodarla suponiendo un nuevo reto para el director Salvador Calvo, el cual ganó el Goya a la mejor dirección por “Adú” (2020) y que vuelve a apostar por un cine de primera magnitud reivindicando la fuerza en pantalla del gran relato hecho aventura cinematográfica. En este caso del viaje iniciado en África llegamos a una situación crítica en el Tíbet tras una expedición de un joven con su pareja y el hijo de ésta en clave de viaje espiritual y desenfreno lisérgico en la parte hindú de la cordillera del Himalaya. Lo mejor es ver cómo lucen en pantalla esos paisajes naturales en un rodaje duro pero que luce imponente más allá de toda recreación ya que no hay nada que logre transmitir como el frío y las penurias en escenarios reales. Miguel Herrán es el rostro de esta peregrinación que va más allá de lo físico hacia un viaje emocional de descubrimiento, expiación y perdón a través de la contención y la comprensión cuando el protagonista tiene que convivir con una comunidad tibetana a la espera del invierno para llevar a cabo su gesta de supervivencia con el trauma de lo que ha dejado atrás tras el ataque recibido y la forma primaria que él tuvo de reaccionar haciéndose el muerto, nada altruista emergiendo desde las entrañas en pro de la supervivencia y lo cual no hace más que fustigarle teniendo que aprender a vivir con ello y enfrentarse a sus miedos que nacen de la incapacidad de perdonarse. Una cinta rodada con pericia y recursos visuales que, aunque tiene algunos baches de ritmo y no llega a tener la hondura dramática necesaria, logra ser una experiencia inmersiva del hombre frente a la naturaleza de la mano de aquellos que por conocimiento y entrega son capaz de ayudar al extranjero en apuros en un ejercicio de comunión entre cuerpo y alma en el que el choque cultural y el peso de la culpa harán más quimérico ese regreso a casa del protagonista.
Conviene saber: 3 nominaciones a los Goya 2024.
La crítica le da un SEIS