Un guionista ocasional llamado Antonio Gala
Querido primo Teo:
El pasado 28 de mayo de 2023 falleció a la edad de 92 años Antonio Gala, el último gran símbolo de la literatura del siglo XX en España. Fue alguien que tocó todos los palos en el mundo de las letras y que trascendió a la cultura pop. Era un intelectual que seducía a todos los estratos sociales, su influencia no solamente se limitaba a la élite cultural, a lo mejor por eso no fue reconocido por el Cervantes ni entró nunca en la Academia de la Lengua porque fue un autor superventas para señoras y porque se había construido un personaje que era muy fácil de parodiar. A lo largo de su obra se dedicó a radiografiar a esa España en la que le tocó vivir y fue un especialista en la construcción de personajes femeninos complejos, aunque en realidad de quien hablaba era de sí mismo a través de las mujeres. Gala no estuvo al margen del cine, fue guionista ocasional y algunos de sus éxitos literarios han sido llevados a la gran pantalla.
Cordobés de corazón y nacido por accidente en Ciudad Real el 2 de octubre de 1930 en el seno de una familia acomodada. Apasionado por la poesía a una edad muy temprana, estudió las carreras de Derecho, Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Económicas y abandonó las oposiciones a la Abogacía del Estado para entrar en un monasterio, en señal de rebeldía ante las presiones de su padre. Su periplo en los cartujos duró muy poco al ser incapaz de someterse a la férrea disciplina monástica y le terminaron expulsando de la orden.
Fue durante la década de los 50 cuando comenzó a involucrarse en el mundo de la literatura y el periodismo algo que le permitió vivir de ello a partir de 1963, hasta entonces trabajaba impartiendo clases de Filosofía e Historia del Arte. Su primer éxito teatral lo cosechó con “Los verdes campos del Edén”, un texto desafiante a la censura ya que nos mostraba a una España doliente que trataba de evadirse.
Conforme su carrera como dramaturgo se fue desarrollando sería reclutado para la televisión, encargándose de adaptaciones para el célebre “Estudio 1”, algunas de ellas fueron “El rey Lear”, “Ricardo III”, “Romeo y Julieta”, “Las troyanas” o “El burgués gentil hombre”. También destacan sus guiones para la pequeña pantalla en “Píldora nupcial”, “Corazones y diamantes”, “El weekend de Andrómaca” y “Vieja se muere de alegría”.
Daría el salto al cine, aunque en realidad no de una manera tan brillante como en otros campos. Se encargó de adaptar “Pepa Doncel” (1969) y para Mario Camus, con quien ya colaboraba en la televisión, escribió los guiones de “Digan lo que digan” (1968), a mayor gloria del cantante Raphael, y “Esa mujer” (1969) protagonizada por Sara Montiel en uno de los personajes más delirantes de su carrera, el de una monja misionera que es violada por unos nativos y que abandona los hábitos atormentada por lo ocurrido y termina convirtiéndose en una famosa cantante.
Teniendo un enorme éxito en el teatro y también en TVE, pese a los problemas que le ocasionaba la censura, el cine quedó como una anécdota en la trayectoria de Antonio Gala. Fue en la década de los 90 cuando explotó con éxito su faceta como novelista, el momento en el que se le adaptó para la gran pantalla. Andrés Vicente Gómez se hizo con los derechos de “La pasión turca”, la segunda de las novelas de Gala en donde narraba el descenso a los infiernos de una burguesa, bien casada, cuando en un viaje a Turquía se encapricha del guía que la deja como nueva.
A Gala ni le gustó la elección de Ana Belén, que jamás ha estado igual, ni la película dirigida por Vicente Aranda y se sintió ofendido por el cambio del final. Pese a su oposición “La pasión turca” (1994) fue una de las películas españolas más taquilleras de su año.
Tras el éxito de “La pasión turca” era lógico que Andrés Vicente Gómez volviera a adaptar a Antonio Gala, fijándose en su último superventas, “Más allá del jardín”, de la que se encargaría Pedro Olea con guión de Mario Camus. Nuevamente Gala se opuso a la elección de Concha Velasco para interpretar a Palmira, una aristócrata sevillana que decide abandonar todo para seguir al hombre que más ha amado y que está de misiones por África. La Velasco, actriz fetiche del autor y que había cosechado el mayor éxito de su carrera en el musical escrito por Gala “Carmen, Carmen”, se tiñó de rubio, insistió y se fue a “Cine de barrio” a decirle a José Manuel Parada que el escritor la tenía vetada para el papel.
Finalmente Antonio Gala se convenció de que la Velasco era la mejor opción posible. Pese al gran trabajo de Concha Velasco, que se quedó a las puertas de ganar el Goya por su interpretación, "Más allá del jardín" (1996) no fue ese éxito de “La pasión turca” y las críticas no fueron buenas.
Ganador del premio Planeta en 1990 con su primera novela, “El manuscrito carmesí”, fue colaborador como articulista en dos de los principales periódicos españoles, “El País” y “El Mundo”. Se reveló de izquierdas y homosexual en un momento en el que sabía que ponía su libertad en peligro. Publicó sus memorias en el año 2000, “Ahora hablaré de mí”. Tras superar un cáncer de colon detectado en 2011 se fue retirando del mundanal ruido y depositó su energía en su fundación creada en 2002 destinada al mecenazgo para jóvenes creadores.
Mary Carmen Rodríguez