Un director llamado Ben Affleck
Querido primo Teo:
A finales de la década de los 90 Hollywood acogió en su seno a dos jóvenes actores llamados Matt Damon y Ben Affleck. Los dos escribieron a medias un guión llamado “El indomable Will Hunting” (1997) que consiguió ser un gran proyecto de Miramax dirigido por Gus Van Sant y por el que ambos se llevaron el Oscar al mejor guión original. El guión de aquella película sobre un joven con enormes taras emocionales que es un genio para las matemáticas ha alimentado a los conspiranoicos durante estas últimas décadas porque su autoría es un misterio en donde se incluye al maestro William Goldman (autor de la seminal “Dos hombres y un destino” por la que ganó el Oscar) de quien la leyenda dice que hizo mucho más que aconsejar a unos novatos. Probablemente todas esas teorías han obedecido a la incapacidad de admitir que aquel par de chavales con pintas de haber salido de un póster de la Súper Pop tuvieran el talento para dar un toque de atención a la industria.
Ha pasado un cuarto de siglo desde la gesta de Matt Damon y Ben Affleck. A Damon no le costó ganarse el respeto de la crítica y el público gracias a su versatilidad y buen ojo para seleccionar sus proyectos. Pero Affleck sí que ha sudado para ello. En estos 25 años ha tenido que lidiar con el hecho de ser una de las estrellas más anodinas de Hollywood, un generador inagotable de memes y un blanco fácil para las burlas. Para ello se convirtió en director, algo que inicialmente se miró con condescendencia, demostrando que era muchísimo más que el amigo que le dejó el ordenador a Matt Damon para escribir el guión de “El indomable Will Hunting”.
"Adiós, pequeña, adiós" (2007)
Cuando se anunció que Ben Affleck iba a debutar en la dirección adaptando la novela “Desapareció una noche” de Dennis Lehane más de un cronista se rió. Ben Affleck, uno de los actores más vapuleados de Hollywood gracias a películas como “Pearl Harbor” (2001), “Una relación peligrosa” (2003) o “Daredevil" (2003), aunque fuera premiado Venecia por “Hollywoodland” (2006), y que alimentaba a la prensa del corazón gracias a sus relaciones sentimentales, su alcoholismo y su afición al póquer, quería emular a Clint Eastwood que dirigió con éxito “Mystic River” (2003), también basada en una novela de Lehane, y dicha osadía era demasiado apetitosa para unos periodistas que estaban deseando que aquello fuera un desastre con el que hacer saña. Pero no sucedió eso.
Affleck hablaba de su Boston natal, de los suburbios en los que él creció, y narró el secuestro de la hija de una mujer implicada en el mundo de las drogas. "Adiós, pequeña, adiós" (2007), protagonizada por Casey Affleck, cosechó críticas magníficas, destacando la habilidad de Ben Affleck para construir una historia de manera realista y sacar lo mejor de sus intérpretes. Amy Ryan fue nominada al Oscar en el apartado de mejor actriz de reparto por interpretar a la madre enganchada a las drogas de la niña raptada.
"The town. Ciudad de ladrones" (2010)
El éxito de “Adiós, pequeña, adiós” (2007) le brindó la posibilidad de ser mucho más ambicioso con su segunda película como director, “The town. Ciudad de ladrones” (2010), en donde se inspiraba en “El príncipe de los ladrones” de Chuck Hogan. Affleck protagonizó esta película sobre unos atracadores caracterizados por no dejar víctimas pero sí grandes destrozos y se rodeó muy bien por Jeremy Renner, Pete Postlehwaite, Rebecca Hall, Jon Hamm y Blake Lively.
La cinta, producida por Warner Bros., fue mucho más que un éxito modesto de taquilla y con ella Affleck demostraba que lo suyo como director y también como actor iba en serio. Solamente tuvo una nominación al Oscar que fue para Jeremy Renner como mejor actor de reparto por interpretar al violento compañero de banda.
"Argo" (2012)
Dos años después Ben Affleck dio un golpe en la mesa con “Argo” (2012), uno de esos proyectos que se fueron gestando en Hollywood de manera lenta. George Clooney y Grant Heslov compraron en el 2007 los derechos de la historia de Tony Mendez, el agente de la CIA que lideró el rescate de seis diplomáticos estadounidenses durante la crisis de rehenes de Irán. El relato de cómo se montó el dispositivo, creando un falso proyecto de ciencia ficción, era demasiado fascinante y Affleck estuvo a la altura creando una película que combinaba el thriller político, se estrenó en plena explosión de éxito de la serie “Homeland” (2011-2020), con la visión cargada de mala baba del propio Hollywood, gracias a unos descomunales Alan Arkin y John Goodman.
“Argo” (2012) no tardó en ser bendecida como la película de aquel año y qué lejos nos queda ver que un gran proyecto de Estudio destinado al público adulto podía convertirse en un éxito descomunal, recaudó más de 230 millones de dólares frente a un presupuesto de 44 millones. La crítica y los espectadores se rindieron ante una película que demostraba la grandeza de Hollywood, Affleck se llevó todos los premios de la carrera pero los académicos se reservaron la sorpresa de no nominarle como director, ganó el Oscar (su segundo tras “El indomable Will Hunting”) por ser uno de los productores de la película.
"Vivir de noche" (2016)
No ser nominado al Oscar por la dirección de “Argo” (2012) y pasearse por todas las entregas de premios con cara de “gracias a la Academia por no nominarme” llevaron a Ben Affleck a ser elegido por David Fincher para que protagonizara la adaptación cinematográfica de “Perdida” (2014) y que la prensa a afilar sus cuchillos, ya sabéis que el éxito tiene una fecha de caducidad muy próxima. 2016 no fue un buen año para el mayor de los hermanos Affleck. Primero se enfundó el traje de hombre murciélago en los nuevos proyectos de DC y eso no terminó de ser un éxito. Lo peor lo experimentó con su cuarta película como director “Vivir de noche” (2016), un proyecto ambicioso en donde volvía a adaptar una novela de Dennis Lehane, una muestra de cine negro que a la Warner Bros. le costó 65 millones de dólares y que contaba con Leonardo DiCaprio en su equipo de productores.
Su rodaje fue problemático y la Warner Bros. al ver el resultado decidió estrenarla sin demasiada promoción, el Estudio que se hizo grande gracias al cine negro seguía errando en sus intentos de acercarse a la esencia del género para el Hollywood y los espectadores del siglo XXI. “Vivir de noche” tuvo críticas nefastas, especialmente duras con Affleck, y la película ni siquiera recaudó la mitad de su inversión.
"Air" (2023)
Siete años después del fracaso de “Vivir de noche” (2016) Ben Affleck ha tenido tiempo para reconciliarse con el personaje que Hollywood ha construido en torno a él durante 25 años. Sigue siendo un generador de memes, más ahora que se ha casado con Jennifer Lopez, y regalándonos cosas tan bochornosas como su aparición con peluca rubia en “El último duelo” (2020) de Ridley Scott, pero ha ganado esa seguridad que le garantiza no tener que demostrar su valía y eso le lleva a estar por encima de las burlas unos internautas ociosos.
En “Air" (2023) se adentra en la gestación del acuerdo entre Nike y el jugador de baloncesto Michael Jordan para lanzar las que llegaron a ser las emblemáticas Air Jordan. La película que se testó con éxito en el SXSW, en donde el año pasado fue estrenada la ahora oscarizada “Todo a la vez en todas partes” llega a las pantallas de la mano de Amazon.
Mary Carmen Rodríguez