“Un año difícil”
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El argumento: Albert y Bruno son compradores compulsivos, están en números rojos y endeudados. Conocen a un grupo de jóvenes activistas medioambientales y, más atraídos por la cerveza y las patatas fritas gratis que por sus argumentos, se integrarán poco a poco en el movimiento sin convicción... para intentar aprovecharse.
Conviene ver: “Un año difícil” es una comedia francesa que pretende hacer una sátira sobre una sociedad cada vez más consumista. Sus protagonistas son Albert y Bruno, dos personas cuya adicción a las compras les ha llevado a perderlo todo y sobreviven mediante pequeños robos y estafas. Cuando se cruzan con un grupo de activistas ecológicos liderados por Valentine, ven una oportunidad de beneficio y se unen a ellos, involucrándose en acciones cada vez más audaces, con el fin de acercarse también a la atractiva joven. El film arranca de una manera brillante, con una secuencia en la que los últimos presidentes de la República Francesa repiten la frase “Este ha sido un año difícil”, repetición que evidencia la constante histórica de la incapacidad humana para aplicar perspectiva a sus problemas, destacando su egoísmo y narcisismo persistente además de demostrar que vivimos en un eterno bucle con unos problemas que nadie se decide a atajar. Lo malo es que lo que llega después no está a su altura, pese a sus intentos para emocionar y entretener a los espectadores. La película busca sensibilizar al público sobre problemas globales utilizando la comedia más exagerada abandonando la mayor sutilidad y encanto que encontramos en la relación entre los personajes de las anteriores películas de los directores y que aquí abordan Pio Marmaï, Jonathan Cohen y Noémie Merlant. En este caso apuestan por la solidaridad y la buena voluntad, creando un puente entre los defensores del planeta y aquellos asfixiados por el coste de la vida. A pesar de algunos giros fáciles hacia el final, la película mantiene el estilo refinado esperado centrado en el entretenimiento y la reflexión social. Cumple y hace pasar un rato entretenido removiendo conciencias en tono de picaresca pero queda lejos de ser una película que se recuerde dentro de la filmografía de sus realizadores.
Conviene saber: Es el octavo largometraje del tándem formado por Éric Toledano y Olivier Nakache, símbolos de la comedia francesa contemporánea popular, accesible y carismática con títulos como "Intocable" (2011), "C'est la vie!" (2017) o "Especiales" (2019).
La crítica le da un CINCO