"Tierra de nuestras madres"
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La web oficial.
El argumento: Rosario, una señora mayor que vive con Ofelio, su hijo con discapacidad, su borrico y su cabra, se gana la vida vendiendo sal de higuera a los viejos, que conocen sus usos milenarios... y a los no tan viejos, mezclándola con tranquilizantes de farmacia y más ingredientes. El pueblo manchego donde viven está arruinado por la ludopatía de sus habitantes y sus gobernantes, que deciden venderlo. Todos se resignan a la venta forzada, pero la casa y la laguna de Rosario están en medio del municipio.
Conviene ver: “Tierra de nuestras madres” es una cinta que se adentra en la España profunda con un tono tan apesadumbrado como surrealista. Una ópera prima con una cabra como narradora de una especie de cuento de viejas y burros con Saturnino García como señora manchega vestido como Doña Rogelia que se erige como heroína ante la venta de un pueblo corrupto y abandonado. Una cinta que, dentro de lo arriesgado de la propuesta contando además con actores no profesionales, habla de resiliencia y solidaridad cuando la diminuta y ancestral aldea esté en peligro emergiendo su espíritu de independencia y de luchar frente a las injusticias tomándoselo como si se enfrentaran a los invasores franceses. Una película sobre el abandono de un modo de vida del que todavía quedan vestigios y que el urbanismo y el capitalismo ha borrado del mapa sin pretender integrarlo en la nueva sociedad simplemente porque el mantenimiento de la tierra no le sale a cuenta haciendo que las risas emerjan de las sombras. Un mensaje en el fondo desolador sobre las raíces de una España rural que se pierde y que queda en lo subterráneo de un trabajo experimental fomentado por ese humor negro caustico y su blanco y negro que forma un sainete costumbrista que evoca a Berlanga y a Cuerda.
Conviene saber: La cinta está dirigida y escrita por Liz Lobato.
La crítica le da un CINCO
