"Thor: Love and thunder"

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El argumento: El Dios del Trueno emprende un viaje que no se parece en nada a lo que se ha enfrentado hasta ahora: una búsqueda de la paz interior. Pero el retiro de Thor se ve interrumpido por un asesino galáctico conocido como Gorr el Carnicero de Dioses, que busca la extinción de los dioses. Para hacer frente a la amenaza, Thor solicita la ayuda del Rey Valkiria, de Korg y de su ex novia Jane Foster que, para sorpresa de Thor, empuña inexplicablemente su martillo mágico, Mjolnir, como la Poderosa Thor. Juntos, se embarcan en una aventura cósmica en la que tendrán que descubrir el misterio de la venganza del Carnicero de Dioses y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

Conviene ver: "Thor: Love and thunder" es la cuarta entrega de las aventuras del personaje tras "Thor" (2011), "Thor: El mundo oscuro" (2013) y "Thor: Ragnarok" (2017) notándose ya decididamente el tono que le imprime un Taika Waititi que decididamente en las dos últimas cintas le ha quitado la solemnidad a la mitología y le ha dado una estética más kitsch y desinhibida. Y es que en esta ocasión se permite no sólo refleja una carrera contrarreloj por salvar al cosmos sino incluso jugar a la “screwball comedy” clásica (bastante desganadamente) con el hecho de que vuelvan a tener que colaborar la ex pareja formada por Thor (Chris Hemsworth) y Jane Foster (Natalie Portman). Entretenida, colorista y sin tomarse en serio a sí mismo, potenciando su lado gamberro e inocente ya que por mucha fuerza que dé el martillo su protagonista no puede ser más inocente y estar más desorientado ante las circunstancias habiendo incluso sufrido una crisis personal de la que ha emergido nuevamente en forma para, al menos, tener la imagen de superhéroe y no de practicante del deporte de sofá potenciando la vis cómica del personaje en la que Hemsworth se mueve mucho mejor habiendo encontrado la esencia del mismo. Una cinta que tiene como aliciente el empoderamiento del (antes desaprovechado) personaje de Natalie Portman, acorde a los nuevos tiempos en los que se ha perdido el miedo por parte del cine comercial de dar este rol a las mujeres, y el fichaje de Christian Bale como villano inquietante y con sed de venganza que permite al actor volver a asumir una de esas caracterizaciones tan marca de la casa y ser desde ya una de las mejores némesis del universo Marvel. Ambos actores están por encima de un guión que no les hace justicia. Estética casi alucinógena para una cinta que hace pasar un buen rato entre un estilo iconoclasta en su playlist y que también destaca por el personaje que asume Tessa Thompson (del que se ha destacado su bisexualidad) y por el gozoso cameo de Russell Crowe como Zeus heredero de los dioses clásicos. Un derroche técnico para restarle sobriedad y reírse de sus tópicos en el que sin duda Taika Waititi sabe lo que hace, más asentado que en la tercera entrega cumpliendo el encargo de que haya más comedia desinhibida que tragedia elegiaca, pero que no puede evitar que sea un conjunto deshilachado y verbenero que se cree más gracioso de lo que es y que, en realidad, es como un refresco que quita la sed pero que no te nutre. Hay fuste, intento de meterse al público en el bolsillo y oxígeno para un personaje que estaba agotado metiendo muchos ingredientes en la coctelera y, aun así, saliendo adelante aunque sea con una mezcolanza que no termina de cuajar. Aun así es meritoria la aportación de un Taika Waititi que se ha convertido en el bufón con chispa de la corte del cine industrial Hollywood pero que, a pesar de lograr un buen ritmo y definir mejor a unos personajes perdidos, su exceso de molonismo guasón le resta peso y solidez.

Conviene saber: Primera película de Thor dentro de la Fase 4 de Marvel en la que están incluidas "Viuda Negra" (2021), “Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos” (2021), “Eternals” (2021), “Spider-Man: No way home” (2021) y “Doctor Strange en el multiverso de la locura” (2022).

La crítica le da un CINCO