“Sueños de una escritora en Nueva York”

La web oficial. 

El argumento: Finales de los años 90. Joanna, una joven que sueña con ser una gran escritora, consigue trabajo en una de las principales agencias literarias de Nueva York como ayudante de la directora. Entre otras tareas, Joanna ha de responder las numerosas cartas que envían los fans de uno de los escritores de la firma, el mítico J.D. Salinger, autor de “El guardián entre el centeno”. Apartándose del protocolo, Joanna imprimirá a sus respuestas un carácter muy personal.

Conviene ver: En "Sueños de una escritora en Nueva York" Philippe Falardeau, director canadiense nominado al Oscar con “Profesor Lazhar” (2011), adapta el libro “Mi año con Salinger” de Joanna Rakoff. La escritora plasmó en él parte de sus experiencias como asistente en una prestigiosa agencia literaria, algo anclada en el pasado, en el que entre sus cometidos estaba el responder con una plantilla a las numerosas cartas que los lectores enviaban a los escritores de la firma, en donde se encontraba el venerado y misterioso J.D. Salinger, autor de “El guardián entre el centeno”, el cual era incluso el escritor de cabecera de Mark David Chapman, el asesino de John Lennon. La joven Joanna escribía las cartas de respuesta pero de una manera muy personal lo que le permitió ir descubriendo su verdadero potencial como narradora, algo que a pesar de ser soñado era terreno que no había sido del todo explorado por falta de seguridad y ambición. Un personaje muy bien aprovechado por la actriz Margaret Qualley que sabe darle verosimilitud al imprimirle una mezcla entre inocencia y picardia a una joven que comienza a aprender cuál es el oficio de escritora al meterse en la mente de un icono literario del siglo XX y también a moverse entre los tiburones del negocio mientras se descubre a sí misma en la gran ciudad a la hora de amar y también dar prioridad a su pasión y no conformarse. “Sueños de una escritora en Nueva York” es una propuesta desprovista de la mala baba que podía tener “El diablo viste de Prada” (2007) y eso se nota en el personaje de Sigourney Weaver, la agente alérgica a las nuevas tecnologías, cuya presencia podría haber sido más explotada y que del arquetipo termina brotando humanidad al ser la clásica mujer sola en su torre de cristal. Lo más destacable de “Sueños de una escritora en Nueva York” es que nos sumerge en la escena literaria de finales de la década de los 90 que estaba tratando de abrirse a la era digital y en el que las máquinas de escribir estaban siendo retiradas por los ordenadores mientras se respira el ambiente bohemio entre bares, encuentros y noches de micrófonos abiertos de tantos que quieren emular a sus ídolos así como la influencia que puede tener una obra en la vida y pensamientos de los demás, como es el caso de ese joven que en realidad es un alter-ego del propio Holden Caulfield. “Sueños de una escritora en Nueva York” es una propuesta amable, sobre la importancia de dejarse llevar por los sueños, pero que resulta demasiado formulaica e intrascendente. 

Conviene saber: Esta película de Philippe Falardeau (“Profesor Lazhar”) inauguró el Festival de Berlín 2020. 

La crítica le da un CINCO