Sitges 2023: Activistas medioambientales, excursionista en el cañón, fuerza demoniaca y Ernesto Alterio entre moscas
Querido primo Teo:
Qué calor que hace en Sitges, ¡madre mía! El cambio climático ha hecho que con los años el Festival se llene de pantalones cortos, sandalias, tirantes y algún que otro abanico y gorra en al cabeza para que no te de una insolación mientras esperas en las colas para entrar a la sala. Eso me pasó a mí ayer, que me estaba dando todo el chicharrete antes de la inauguración y me ha pasado hoy en la cola de “Wake up”, pero no hay mal que por bien no venga, sarna con gusto no pica y todos los refranes que quieras si se trata de ver el nuevo trabajo de los directores de “Turbo kid” (2015) con guión de (ojo a la sorpresa que nos hemos llevado más de uno) Alberto Marini, viejo conocido del Festival y guionista de películas como “Mientras duermes” (2011).
El film gira en torno a un grupo de activistas medioambientales que se encierran durante la noche en una tienda de muebles de fácil montaje con la intención de causar actos vandálicos como protesta política. Lo que no se esperan es que haya como vigilante un armario de 2x2 a un paso del despido y con un ánimo por los suelos. El no haber sabido proteger la tienda como es debido, y ver que su puesto de trabajo peligra, le hace entrar en cólera y luchar con todo y contra todos para que nadie descubra lo que está pasando.
Una crítica social bastante potente vestida de película gore con ritmo frenético y banda sonora que le va como anillo al dedo. Los personajes principales están bien dibujados, lo que te permite escoger qué bando prefieres y a partir de ahí disfrutar o sufrir con lo que va pasando. Con el público totalmente entregado no quiero ni pensar como estará mañana el Auditori en el pase de público con los directores allí presentes.
Agradecida estoy (y me consta que más de uno también) al subidón de esta película después del bajón de la película anterior, “The seeding”. Lo que tenia que ser un día normal de un excursionista que tiene como misión fotografiar un eclipse se convierte en una pesadilla que lo lleva a quedar cautivo en un cañón. Pero no está solo, en el cañón hay una casa habitada por una mujer que no parece darle mucha importancia al hecho de estar ahí sin poder salir. O sí, pero sabe que no le queda más remedio. En lo alto del cañón hay unos niños bastante sádicos que impiden salir de ahí.
Es una lástima porque la idea es buena pero la ejecución no acaba de cuajar. Es una película angustiosa, claustrófobica pero lenta en exceso que no engancha en ningún momento. Los personajes no tienen química alguna y para cuando llega el momento del clímax, o un poco antes cuando lo puedes llegar a intuir, ya te da todo igual. Se descubre casi a la misma vez que el protagonista pero aun así no llegas a empatizar con su personaje, más bien todo lo contrario.
Decía un colega que quizá como cortometraje hubiera funcionado. 10 minutos bien dirigidos hubieran bastado para que la idea del director te golpeara en el estómago pero no ha sido así y los 90 minutos que utiliza dan lugar a una película que se deja ver pero que no será una de las recordadas de este festival (salvo que gane y entonces ahí ya flipamos más de uno).
Otra de las películas vistas es “Vive dentro”, terror genuino en esta película de factura estadounidense con protagonistas hindús. La historia gira en torno a Sam, una adolescente que en un momento de ira con su amiga Tamira rompe el frasco que ella llevaba y donde parece ser que había un demonio “encerrado”. Esta fuerza demoníaca secuestra a Tamira y a partir de entonces Sam hace todo lo posible por liberarla. Empieza entonces la lucha de Sam por sobrevivir frente a este demonio que, sin piedad, ataca a quien se pone por delante.
El debutante Bishal Dutta dispone de todos los ingredientes para lograr un film de terror que te tenga atrapado en la butaca y lo consigue. De aspecto tenebroso, con música estridente la historia te atrapa desde el primer momento. Terror en estado puro, el no ver al demonio pero sentirlo, saber que está ahí sin que aparezca y verlo aunque no esté. El guión paso a paso nos va metiendo en el mundo sobrenatural, demoniaco... A destacar sobre todo a la protagonista, su mirada penetrante que expresa sin mediar palabra. Grata sorpresa al inicio de Festival.
Acabo el día con la nueva película de Aritz Moreno, que ya presentó en Sitges “Ventajas de viajar en tren” (2019). Hoy estrenó “Moscas” como premiere mundial y estuvo acompañado de Ernesto Alterio en su presentación en la sala Tramuntana metiéndose a todos en el bolsillo con su discurso. Tener a Alterio en un film es pisar sobre seguro y estaba claro que algo bueno iba a salir de ahí. Alterio interpreta a un alto ejecutivo de esos que se aprovecha todo lo que puede de su posición pero todo cambia cuando en un trayecto en coche pincha una rueda y cuando abre el maletero lo encuentra lleno de moscas… que rodean a un cadáver. Empieza aquí la peripecia de Luis para deshacerse del cadáver y de quien se trata.
Una sucesión de escenas con puntos cómicos más que destacables que han hecho las delicias de los presentes tanto por bien planteadas como por grotescas. Con un guión bien construido y un Alterio que bien pudiera alzarse con el premio al mejor actor de esta edición el film es un claro descenso a los infiernos que nos muestra que por mucha clase social, por mucho dinero y estatus al final todos podemos acabar rodeados de miseria, de moscas.
Tu prima.
Imogen