Sitges 2022: Polémica que estira la tensión, patrulla tabaquera, buena salud del thriller surcoreano y entre lo paranormal y lo fantástico

Querido Teo:

Un dosis de polémica que estira su tensión, una patrulla tabaquera, la buena salud del thriller surcoreano y la transcendencia de la vida entre lo paranormal y lo fantástico.

"Speak no evil"

La otra gran polémica del Festival llega con esta película danesa dirigida por Christian Tafdrup, en la que una pareja de daneses viaja a Holanda para pasar unos días en casa de unos desconocidos que conocieron brevemente en unas vacaciones. Lo que parece que será un viaje incómodo por ciertos detalles puntuales, terminará siendo... pues más incómodo todavía.

Y es aquí donde encontramos la maestría de esta película y donde juega durante prácticamente la película entera. La película construye a partir de la propia atmósfera, situaciones cotidianas en las que una frase, un gesto, una acción nimia provoque cierta incomodidad en la pareja danesa. Siempre es la pareja holandesa la que incomoda, pero siempre es la pareja danesa la que lo permite. La que no dice nada, la que se deja llevar por ciertas convenciones sociales que al parecen dejan aceptar un respeto inherente a cosas que bueno, incomodan un rato.

Tafdrup es muy inteligente manteniendo esa tensión y sabiendo estirarla concretamente, sin que nunca la tensión explote y se pierda. Porque es una película para encogerte el corazón, donde la violencia brilla por su ausencia hasta un clímax que hace que la película estalle y que ha hecho que el Festival de Sitges también lo haga.

Hay personas sacando narrativas políticas sobre el auge de la extrema derecha que a mí personalmente se me escapan, y habiéndolo reflexionado con varios miembros del festival es algo que no llegamos a comprender, cuando el filme deja claro que la tesis son las convenciones sociales de no saber decir que no, de dejar que un respeto imaginario te arrolle por encima, algo que encapsula perfectamente Tafdrup en una línea de diálogo hacia el final de la película.

Es muy difícil conseguir incomodar sin provocar, ya que en ningún momento me parece un filme provocativo gratuitamente a pesar de que se esté vendiendo como "la película más desagradable", porque realmente lo es, pero de una forma muy estilizada y efectiva.

"Fumar provoca tos"

Enfrentarse por primera vez a una obra de Quentin Dupieux es toda una tarea asombrosa, como era mi caso, y es que el propio director ha tachado a esta película de que es "algo más tonta". Y lo es. Vaya sí lo es. Y en el mejor de los sentidos.

La película arranca con una patrulla de superhéroes con poderes tabaqueros (tal cual se lee) que destrozan literalmente a una tortuga mutante (?) y reciben la noticia de su jefe que es una rata con un enorme apetito sexual que se retiren de vacaciones espirituales para que el grupo se junte más. Tal cual se lee.

Lo que sigue serán historias contadas por éstos en una hoguera, y en la que vemos diferentes desventuras cada cual más bizarra que la anterior, en un humor que funciona perfectamente en sus 80 minutos de duración y que realmente se nota que han añadido las historias porque la historia de estos Power Rangers del tabaco no daba para más.

Y aún así da igual. Porque el buen rato que te hace pasar, además en una sesión de Sitges con el público más que entregado y aplaudiendo continuamente, pues es una película que entra genial entre horrores y malhechores en esta edición del Festival.

"Declaración de emergencia"

El thriller surcoreano ha sido uno de los pilares fundamentales del nuevo thriller moderno no sólo a nivel internacional sino que también a nivel mundial. Películas como "Old boy", "Parásitos" o "Encontré al diablo" han revolucionado la Historia del cine. "Declaración de emergencia" no entraría tanto en este tipo de cine surcoreano, si no que abre más a los públicos en un cine más cercano a "Tren a Busan", por poner un ejemplo. Un cine popular, mainstream, entretenido y convencional pero con todos los toques que fundamentan y definen el thriller surcoreano.

Casi dos horas y media es lo que dura esta película y claro lo tenía el cineasta Han Jae-rim que la inclusión de todos los géneros (esto ya es habitual, sobre todo mezclando comedia y drama) y elementos posibles iba a ser la base en la que se fundamentaría todo: acción, tensión, comedia, drama, emoción, persecuciones, un plano secuencia espectacular, un villano psicópata, todo apoyado en dos leyendas interpretativas como lo son Song Kang-ho y Lee Byung-hun que para el fan del cine surcoreano es toda una emoción volver a verles reencontrados, aunque sea por breves momentos.

Todo un disfrute con alma casi noventera y que es ese tipo de película en la que vibras en el asiento, vives la tensión y el drama como esas víctimas en el avión, y celebras (y en Sitges, como no, aplaudes) cada instante en el que el héroe triunfa, aunque sea una victoria pequeña.

Me parece uno de los mejores thrillers (y películas, para qué mentirnos) surcoreanos de los últimos años, toda una emoción que ojalá pueda llegar a España debido al público más que entregado que cada vez crece más después de éxitos como "Parásitos" o la serie de Netflix "El juego del calamar".

"Something in the dirt"

Justin Benson y Aaron Moorhead han sido dos pilares del nuevo cine indie sci-fi moderno americano, haciendo películas con presupuestos bajísimos como "Spring" o "The endless", en las que incluso actuaban ellos mismos. Dieron un salto importante en 2019 con "Synchronic", cuando la pudieron protagonizar dos actores del calibre de Jamie Dornan y Anthony Mackie, pero sobre todo el salto ocurrió cuando les ficha Marvel para dirigir alguno de los capítulos de la serie "Caballero Luna" y "Loki".

Con el estrellato ya asegurado, el tándem americano vuelve a sus orígenes, imagino que para equilibrar un poco la balanza y en un terreno en el que se sentirán más que cómodos, con una película que está prácticamente hecha en una misma localización, y en la que vuelven a actuar ambos dando prioridad absoluta al diálogo, escrito por y para ellos.

Unos diálogos que conversan sobre la vida, sus relaciones, sus inquietudes entre lo paranormal y lo fantástico, una especie de género "mumblecore" que cierto es que nunca brilla como otras propuestas como "Primer" pero que, gracias al uso de su montaje frenético con imágenes de archivo y cortes continuos, hacen que sea toda una experiencia visual y narrativa, donde Benson y Moorhead tienen libertad absoluta para sonsacar todo lo que tienen en la cabeza, y para experimentar en un film arriesgado, casi suicida, que hace cuestionarte su propósito más allá de la propia mirada de ombligo constante.

No alcanza en ningún momento ningún tiempo de trascendencia pero tampoco sé si lo pretende, más allá de que estos dos directores han hecho una película que les interesa más a ellos mismo que al propio espectador.

Iker González Urresti