Sitges 2018: Thriller policiaco con Mel Gibson y Vince Vaughn, leyendas antiguas hindúes, lagunas temporales y la hija desaparecida
Querido primo Teo:
Hoy tampoco ha podido ser un día normal, al despertarme estaba lloviendo en plan diluvio universal y me he planteado no ir al primer pase, el llamado despertador, no requerimos reserva así que no hay sanción por no ir. Pero tenía remordimientos, he visto que la peli era “Lazzaro feliz” de Alice Rohrwacher (ganadora del mejor guion en el Festival de Cannes y una de la mejores de esa edición) así que he decidido ir, graso error. Sitges es una ciudad ubicada en una pendiente abrupta que termina en la playa, y si a eso le sumamos todo lo que llovía, a las dos calles de salir del hotel ya podía escurrir mis pantalones. Todas las calles eran un río desbordado. Con resignación he tenido que volver al hotel a cambiarme y hacer tiempo hasta la segunda peli. Ahora sólo falta que ésta gane el Festival, cosa que no me extrañaría ya que parece que ha gustado mucho.
La que sí que he podido ver ha sido “Al otro lado de la ley” de S. Craig Zahler, conocido del Festival que nos trajo el año pasado “Brawl in cell block 99”. En este caso se trataba de un thriller policiaco (tendré que replantearme que el fantástico y similar cada vez son menos aquí) donde dos policías (Mel Gibson y Vince Vaughn) son suspendidos temporalmente por utilizar un poco mas de fuerza contra un criminal, nada del otro mundo en comparación en lo que éste iba a hacer, pero fueron grabados y el criminal era de una minoría racial. Algo injusto pero que hoy es pan de cada día. Lo políticamente correcto o incorrecto prima más que cualquier otra cosa. A partir de ese momento, los dos se centran en extorsionar a un traficante para poder robarle el dinero y así compensar los gastos que tienen y no que no pueden pagar. La película es demasiado lenta y larga, se pueden quitar 30 minutos y sería la misma película. La anterior cinta del director no termino de convencerme y en ésta me ha pasado lo mismo. No le quito merito a la dirección de Craig, ni a la crudeza de las imágenes que se muestran cuando empieza a haber sangre, pero al ser tan extensa no te llega a atrapar ya que no te cuenta nada para intentarlo.
Después ha tocado “Tumbbad” de los directores hindúes Rahi Anil Barve y Adesh Prasad. Fábula de la India profunda al principio del siglo XX, que se centra en la obsesión de un niño (luego adulto) por conseguir un tesoro que se esconde en una mansión cercana a su chabola. Combina la realidad de la época con la mitología y la magia que surgen de las leyendas antiguas. Muy cuidada técnicamente y con una parte de efectos especiales muy conseguidos. Te cautiva y te llena mientras ves la evolución del personaje y como se va destruyendo poco a poco y lo que llega a hacer por tener ese tesoro. Salvando mucho las distancias, mucho, es algo parecido a “El laberinto del fauno”, pero con militares ingleses, demonios y Gandhi de fondo. Para mí lo mejor del día.
Y tras la alegría ha llegado la desesperación. “Fuga (Fugued)” de la polaca Agnieszka Smoczynska. Ha sido un tostón en toda regla, o eso o es que yo me estoy radicalizando demasiado y cada vez me gustan menos cosas o cosas más simples. Vale que era el pase de la 16:00h, hora mala, y se nota, gente que se marchaba y ronquidos en estereo. Incluso dos estudiantes del ESCAC que tenia a mi lado han dejado un asiento entre ellos vacío para poder dormir sobre él. Maravilloso. La cosa esa que he visto va de una mujer que aparece tras dos años sin saber nadie nada de ella. Tiene una especie de laguna temporal o fuga de memoria y no recuerda nada de esos años, ni su nombre. La familia la encuentra, pero ella no quiere estar con ellos y se quiera marchar. Y ya está. Eso es todo. No pasa nada, lenta y aburrida, sin sentido ni ganas. Dormir no era mal opción.
Y para terminar la jornada teníamos “Nancy” de la directora Christina Choe, cinta que ganó el premio al mejor guion en el Festival de Sundance de este año. Y será porque te engancha de alguna forma, será quieres saber hacía donde se va a decantar la balanza (aunque realmente nos da igual). Mención aparte que salga Steve Buscemi y eso siempre engancha. El planteamiento es simple, a una pareja se les perdió su hija hace 30 años y la protagonista cree que ella puede ser esa niña. A partir de ahí se van conociendo los tres y tu te vas metiendo más y más. Previamente nos cuenta un poco la vida de la chica y lo mal que está de la cabeza. No sabes si es o no es la hija, si se lo cree o si lo hace por hacer. Los tres protagonistas principales están muy bien y eso se agradece, ya que la verdad es que no me terminaba de gustar como había empezado, pero poco a poco va ganando calado. No ha estado mal para terminar el día.
Tu primo.
Spooky