Sitges 2018: Contundencia con poca eficacia
Querido primo Teo:
Hoy ha sido el día más largo y contundente, esto termina y hay que darlo todo. La primera imagen que ha salido por pantalla (después del spot anual del Festival, por llamarlo de alguna forma, y de la intro de King Kong de siempre) ha sido la cara de J.J. Abrams presentando la película que iba a continuación, y eso era debido a que él es el productor de “Overlord” dirigida por Julius Avery.
Tomando de base el Dia D y los manidos experimentos nazis para conseguir una raza mejor se marcan una película bélica con zombis, sangre y más sangre. Eso sí, con muy buenos efectos especiales, y ya está. La historia en sí es intrascendente, ya que sigue siendo más de lo mismo, no sólo por bélica sino más bien por el “que uno vale más que todos y por ese hay poner en peligro todo lo otro”. Si la ves por el disfrute de acción con sangre y muertos, gusta. Si la ves con otra expectativa, te deja igual. En otras palabras, aquí gusta, aunque sea muy muy yanqui.
Luego ha tocado uno de esos momentos que mucha gente esperaba, el auditorio estaba bastante lleno, el primer pase de “Superlópez” de Javier Ruiz Caldera. Superhéroe patrio por excelencia que nos va a defender del mal, parodia nacional de Superman, por si alguien lo dudaba, y así mismo la película es una copia/homenaje/loquesea a Superman. En sí la cinta es muy floja, Dani Rovira, como Superlópez, no engancha en ningún momento y Maribel Verdú, como el General Zod o como se llame en la peli, tampoco. Ni siquiera los efectos especiales me han gustado. La veía como si fuera “Mortadelo y Filemon” (la de Fesser) o “El milagro de P. Tinto”, con la diferencia de que aquellas dos me gustaron mucho en su época (hoy P. Tinto no aguanta un visionado, doy fe) y ésta pues no. Por suerte no todo es Rovira y Verdú, y ahí está el acierto de la película y por lo que vale la pena verla, los secundarios. Son un puñado (Julián Lopez, Pedro Casablanc, Gracia Olayo…) que te hacen reír y disfrutar, hay algunos gags muy buenos. Y si a todo eso le sumamos la excelente banda sonora de Fernando Velázquez pues la peli ya entra mejor.
Tras el regusto amargo que teníamos, tocaba ver “Siete cabezas” del colombiano Jaime Osorio, y ha sido peor el remedio que la enfermedad. Película tediosa, aburrida en nivel extremo y muy lenta en su desarrollo (por decir que se desarrolla). Nos situamos en un parque nacional de unos montes colombianos donde están muriendo muchos pájaros de manera repentina. Ese sería un buen punto de partida pero no ha sido así ya que la película no ha ido por ahí, eso al final daba igual. Lo que nos querían contar era la enfermedad mental o locura que tiene el guarda forestal que se dedica a espiar a la bióloga embarazada que va a investigar a lo de los pájaros. Supongo. El guarda apenas habla, apenas se mueve, te dan ganas de que se lo coma un pájaro. Es insufrible. Y como es muy religioso se envuelve todo en un aura de misterio y religión con el apocalipsis de fondo.
Necesitábamos algo que nos alegrara un poco pero no ha llegado del todo con “Tous les dieux du cel” del director francés Quarxx. La película nos cuenta la vida actual del protagonista que lleva 20 años cuidando de su hermana, en estado casi vegetativo, a raíz de un disparo cuando estaba jugando con él. Con un trabajo mísero que apenas le cubre los gastos, comienza a tener alucinaciones, o no, con extraterrestes que vendrán a llevárselos y darles una vida mejor. Al mismo tiempo tiene que lidiar con médicos y servicios sociales para que no le quiten el cuidado de su hermana. Todo esto provoca la locura en el personaje que por momentos no llega a distinguir la realidad de la fantasía, y nos hace dudar a nosotros. Mediante unos cuantos flashbacks nos enseñan como han llegado a la situación actual de miseria y dolor. La cinta en sí está bien pero poco más, el enfoque de la historia está en la relación familiar entre los dos más que en todo lo fantástico, si hubiera sido al revés quizás hubiera sido mejor.
Pero teníamos la esperanza que la última del día en el auditorio fuera mejor, y no, no lo fue, fue un desastre. Era “El año de la plaga” de Carlos Martín Ferrera, basada en el libro homónimo de Marc Pastor. Antes del sufrimiento se entregaron los premios Méliès d’Or a la mejor cinta, corto del año en Europa y uno a la mejor trayectoria. En película ganó “Climax” de Gaspar Noé, que lo agradeció con un delirante video (como la película) llegando a preguntarse porque no se lo habían dado a Lars Von Trier, que le gustaba mas su película. Y la trayectoria fue para un devoto del festival y uno de los mejores directores del fantástico en nuestro país, por no decir el mejor, el señor Álex de la Iglesia. Y cuando bajó del escenario Álex, vino el caos. Primero subieron a presentar la película, el director, el guionista, un puñado de actores y gente del staff técnico. Intentaron hacer gracia, pero se quedó en eso. Y después se proyectó la película.
Es un vulgar homenaje (suponemos que el libro es así o parecido ya que el guionista es el autor del libro) a "La invasión de ultracuerpos", en lugar de vainas y esporas lo que hay son un tipo de plantas. La historia es la misma con la diferencia que pasa en Barcelona y los protagonistas saben (mas o menos) lo que pasa ya que lo han visto en muchas películas. Falla en todo y por todos los lugares, no sabíamos si es comedia, si es romántica, si es drama, si es terror o si va a ser algo épico. Los actores no te los crees en ningún momento (yo sólo era capaz de ver al protagonista en el gimnasio que tiene el FDF). La escena menos mala es la de un interrogatorio entre su ex y su actual pareja, imaginaos el resto. Empieza contándotela el protagonista como si fuera un flashback (bueno, el dice que es un spoiler) y luego eso ya no se tiene en cuenta y al final es como si no te la hubiera contado él. Y el final, ¡uff!. Es un cortar por lo sano y a tomar “por saco”, como si fuera una americanada en toda regla. Y realmente no hay final que valga. No fui capaz de salvar nada de ella, nada. Y es una lástima ya que se ha invertido mucho dinero en ella y no se ha aprovechado. Hay gente que salía muy indignada, mucho.
Tras lo sufrido en esa proyección necesitaba respirar y ver algo diferente, y por suerte lo tenía así. Tenía el pase de “Santo contra Cerebro del Mal” de Joselito Rodriguez. Y lo disfruté, al igual que lo hice con el Q&A que le estaban haciendo a Peter Weir y Ed Harris en el Prado, donde se iba a proyectar después la película y donde habían terminado de proyectar "El show de Truman". La cinta fue el debut en el cine del enmascarado mexicano, en el año 1955 y rodada en Cuba. Toda una proeza en la época y una referencia histórica. La cinta casi se destruyó en un incendio en México, por suerte, el director Nicolás Winding Refn ha hecho una restauración de ésta y se vio con una calidad de imagen y sonido excelente. Y con eso al menos terminé con una sonrisa. Mañana sólo tengo tres y termino el festival.
Tu primo.
Spooky