Sitges 2015: Triple ración española y Oliver Stone

Querido primo Teo:

Por llamarlo la tercera jornada fue el “Spanish Sitges”. Las tres películas que he visto han sido producto patrio y me sabe mal decir que sólo puedo salvar una, la primera del día, “El cadáver de Anna Fritz".

La premisa podía dar mucho juego; tres colegas se cuelan en la morgue para ver el cadáver de una actriz super famosa que acaba de morir. A partir de aquí, todo puede pasar, según como el director lo quiera enfocar. Sin ser una película espléndida, salva bastante bien la situación. El guión es bastante correcto y los giros argumentales que hay dan buen resultado. La morgue ya de por si es un sitio que acongoja y las situaciones que se viven aún acrecentan más esa sensación en el espectador. El fallo está en los actores. Las interpretaciones dejan mucho que desear pero la idea y el desarrollo son potentes y al final te olvidas de ese pequeño detalle. Buen debut para su director.

Si en esta fallaban los actores, en “Vulcania” es todo lo contrario. Pero por mucho talento interpretativo que haya no logra salvar del descalabro al film. La película trata sobre  una comunidad ajena al mundo que gira en torno a una fundición y no conoce más allá de la misma. Cuando algunas personas quieren intentar descubrir que hay más allá, empiezan los problemas. La idea (que puede llegar a recordar a las comunidades "amish" más radicales y las represalias para los que la abandonan) es bastante decente pero el guión no funciona en absoluto. En ningún momento empatizas con los personajes, no deseas que alcancen su objetivo, te da francamente igual. Y eso es muy mala señal. Una lástima, porque todo lo demás es bastante decente; la fotografía, la música… todo es correcto y, como dije antes, los actores están inmensos (qué gozada haber visto a José Sacristan en pantalla grande y en persona) pero no es suficiente. “Vulcania” es un claro ejemplo del tengo todo lo que necesito para hacer una buena película pero no sé mezclar los ingredientes de forma correcta. Como seguramente se estrene en salas comerciales,tendrás la oportunidad de comprobarlo.

No obstante te diré que esta me gustó más (¡y eso que no me gustó, así que imagínate!) que la segunda que vi y que dejo para el final porque no se merece otra posición: “Anabel”. De esta sí que no puedo salvar absolutamente nada. Salí de la sala diciendo que no había entendido nada y me consuela saber que no fui la única. Rodada en blanco y negro, por tu cabeza pasa la idea que lo han hecho así porque ni siquiera el director de fotografía tenía capacidad suficiente para salvar algo de la película. El guión no tiene ningún sentido, la historia daba para un giro final que salvara el entuerto y ni eso aprovechan y se hace larga, lenta y muy pesada desde el primer momento. La curiosidad: Ana de Armas tiene más talento cuando no tapa su acento cubano. ¡Qué cosas!

¡Ah! Me olvidaba. El plato fuerte del día ha sido Oliver Stone. Recogió el Gran Premio Honorífico, dio una masterclass y nos dejó a todos con la boca abierta. Grande donde los haya.

Tu prima.
Imogen