Sitges 2015: Leyenda judía, el barbero asesino en serie y representación del mal

Querido primo Teo:

Empieza la recta final, quedan tres días de Festival y para saber qué película se alza con el premio gordo.

El día ha empezado con un film de sección oficial, “Demon”, cuyo fallecido director no ha podido agradecer al Festival el haber escogido su película. La persona que le ha representado en el Auditori no ha podido esconder su emoción y nos ha contagiado a todos. El film ofrece una visión de la leyenda judía del Dybbuk, que se adhiere al cuerpo de una persona viva para habitar en ella y así poder acabar aquello que no pudo cumplir durante su vida.

La premisa puede dar mucho de sí pero en este film no lo consigue del todo. El principio del film hace presagiar algo bueno, el ambiente es tenebroso, con apariciones varias, una casa grande llena de estancias, lluvía a raudales, esqueletos enterrados…

No obstante, en el momento que empieza la boda que se celebra, todo se desbarata. Los litros de vodka y el guión provocan más risas que miedo, lo que produce que toda la tensión acumulada durante la primera parte del metraje se vaya de un plumazo. De nada sirve que el personaje principal adquiera una apariencia más que siniestra. El guión flojea por momentos y evita conocer de forma más concreta la mitología judía y como puede afectar ésta a una vida humana. El dybbuk pasa por allí pero no deja huella, no da miedo, ni físico ni psíquico. No conocemos la motivación más allá de lo que se puede conocer del propio mito y te acaba dando lo mismo si el protagonista logra o no sacarlo de sus entrañas.

La siguiente ha sido “La leyenda de Barney Thomson”. Esperaba mucho de esta película y, quizás por eso, me ha parecido del montón. Dirigida y protagonizada por Robert Carlyle, el actor interpreta a un anodino barbero que, por avatares del destino, será el punto de mira de la policía al ser considerado como un asesino en serie. El film está plagado de humor negro y cuenta con la magnífica interpretación de Emma Thompson en el papel de madre pero aun así no acaba de convencer del todo. Hay ciertos giros de guión que llevan la historia a ser de lo más previsible, lo que quita gracia al asunto.

Se agradece el uso de la voz en off para describir la vida del barbero y evitar así una sucesión de escenas que evitarían ir al quid de la cuestión, tanto al principio como al final. Quizás eso sea lo más acertado. Por lo demás, no hay nada visualmente destacable, más que nada teniendo en cuenta que Glasgow, en su mayor parte, no da mucho juego en ese aspecto. Por lo que debemos basarnos en el guion y las interpretaciones, excelentes en el caso de los dos protagonistas y bien secundadas por los policías encargados de resolver el caso.

Y para finalizar he visto “The devil’s candy”, la nueva propuesta del director de “The loved ones” también vista en el Festival en 2009. Esta película es, a falta de dos días, la película más “Sitges” que he visto. La historia se centra en una familia que se muda a una casa en la que murieron dos personas. Al principio de la película se sabe el motivo. Al poco, el comportamiento del padre de familia, pintor de profesión, cambia.  No hace falta imaginar mucho para saber por donde van los tiros. Y eso le quita fuerza a la historia, si bien en algunos momentos parece que puede remontar.

Nos encontramos en esta historia con la representación de mal en diferentes facetas. Desde la más clara hasta la más camuflada pero, como debe ser, todas con el mismo resultado, llevar al protagonista al límite para poder librarse.

No obstante, ni la estupenda banda sonora, repleta de heavy metal que acompaña los momentos más álgidos del metraje ni las correctas interpretaciones, ojo a la niña, logran hacen olvidar que el tema de oir voces demoníacas que te hacen actuar de determinada manera es algo que ya se ha visto hasta la saciedad.

Tu prima.
Imogen