"Silver haze"
La web oficial.
El argumento: Quince años después de sufrir graves quemaduras al incendiarse el hostal donde dormía, Franky busca venganza porque aún no ha encontrado respuestas al caso.
Conviene ver: “Silver haze” es un drama naturalista en el viaje emocional de una mujer hacia el perdón tras sufrir las consecuencias en su infancia de un incendio tanto en su piel como en su alma. Una historia que parte de la experiencia de la propia actriz, Vicky Knight, con un 33% del cuerpo quemado después de que un pirómano incendiara el apartamento en el que vivía cuando ella sólo tenía 8 años y en el que murieron sus dos primos y el hombre que le salvó la vida. Una propuesta austera y contemplativa, que abraza el cine de Ken Loach, Mike Leigh o Andrea Arnold, y que tira del drama desgarrador para suplir las evidentes carencias de guión más allá de esa premisa en la que la protagonista lleva a cabo su recorrido de dolor y aceptación lidiando con sus secuelas emocionales mientras trabaja como enfermera en urgencias encontrando algo de esperanza cuando se encuentra en su camino a una joven suicida, con la cual se complementa y encuentra un motivo para seguir adelante especialmente cuando entra en contacto con la madre enferma de cáncer de ésta y en la que terminará refugiándose de los cambios temperamentales de su novia que le han llevado de la fascinación inicial al desengaño. Una relación como experiencia vital que no tiene que buscar ser definitiva sino como un aprendizaje más y también un paso más en el camino de la madurez. Sobria y sucia formalmente, a lo que contribuye el barrio londinense de South End en el que está rodada, alejada de los efectismos y del idealismo de cuento de hadas, para captar la esencia de unos personajes a los que su propio entorno condena a la miseria en una cinta con aspectos interesantes pero que no es capaz de salir más allá del mejor esbozo y del carácter contestatario y determinado de su protagonista frente a las circunstancias que le han tocado vivir de la que son evidencia las cicatrices de su cuerpo y las de su alma, las cuales son mostradas en pantalla no como un elemento de vergüenza o debilidad sino como un símbolo de reafirmación y, sobre todo, de fortaleza y resiliencia frente a la rabia, el enfado y la tristeza.
Conviene saber: La cinta está dirigida por Sacha Polak.
La crítica le da un CINCO