Shanghai en manos del comisario Chen Cao: “El caso Mao”
Querido diario:
Cerramos el verano 2011 de Leer cine, dedicado al repaso de las obras editadas en español de Jeffery Deaver y su personaje Lincoln Rhyme, retomando al protagonista del verano pasado, Qiu Xiaolong. Tras años de llevar a sus lectores de visita por su Shanghai natal, el escritor chino refugiado en Estados Unidos ha cumplido con una deuda evidente: la figura de Mao. En su último trabajo, “El caso Mao”, el inspector Chen Cao, se mueve en busca de un asesino y una víctima conectados con el revolucionario que sacó a China de la Edad Media. El propio texto evidencia la necesidad de hablar de Mao que sentía el escritor: “En años recientes, sin embargo, cada vez le parecía más difícil —incluso como policía— evitar la historia de la nación durante el régimen de Mao. En China, numerosos casos y situaciones tenían que verse desde una perspectiva histórica, y la sombra de Mao aún era alargada. Había llegado el momento de investigar un caso relacionado con Mao: el caso Mao. Al menos tendría una perspectiva histórica más rigurosa gracias a la investigación". Xiaolong muestra cómo el capitalismo floreciente en China ha dividido a los chinos respecto a la figura y los tiempos de Mao. Abundan los excluidos por el sistema capitalista (Excluido.txt) y no faltan los nostálgicos (Nostalgia.txt).
Después de la Revolución Cultural, publicaron memorias guardaespaldas o enfermeras de Mao, que resaltaban su lado más humano al referir, por ejemplo, su peculiar pasión por el tocino o su aversión malsana a lavarse los dientes. Estos libros se vendieron bien, debido posiblemente al interés de la gente en lo que se escondía detrás de esas anécdotas. Existían también otras historias que no se publicaron pero que fueron muy comentadas y que esta novela recoge. El archivo de Mao continúa cerrado y clasificado como confidencial. Volvemos a visitar con el policía gastrónomo salones de te, restaurantes pequeños y familiares, o tan lujosos que resultan inalcanzables para la gran mayoría; no faltan recetas sugerentes y personajes que valoran la comida como una parte importante de la vida, porque para ellos es mucho más que alimento (Cangrejos.txt). Los lectores de este autor hemos visitado muchos lugares de Shanghai gracias a sus descripciones y excelentes imágenes de la vida cotidiana en la capital comercial de China, pero en esta ocasión nos llevará a Pekín para cumplir con el rito de visitar el mausoleo de Mao como lo hacen muchos chinos (Mausoleo.txt), y también nos ofrece una mirada a zonas cerradas al público en la ciudad prohibida, como es la propia residencia de Mao (Residencia.txt).
El caso de una actriz amante de Mao en la década de 1950 permite al autor ponernos al día de lo que se sabe de la vida personal del líder comunista, su trato a las mujeres y el rastro que hay de él en la china actual. En comparación con los casos anteriores tal vez no sea mejor, pero es una deuda bien pagada con el mundo y el pensamiento político que llevó a Xiaolong a solicitar asilo en Estados Unidos, que visitaba como escritor cuando en 1989 se produjeron los crímenes de la plaza de Tiananmen.
Las anteriores entregas de la serie "Shanghai en manos del comisario Chen Cao"
La calle Nanjing en “Muerte de una heroína roja”
El Bund en “Visado para Shanghai”